Para muchos países, la obtención de una medalla en los se convierte en una obligación y lograrla en cantidades simboliza fortaleza y una pugna constante por ser el primer en la tabla general. Sin embargo, hay países que ven esquiva esta oportunidad y el simple hecho de quedarse con alguna, es motivo de celebración y lágrimas de felicidad por ello.

De los 205 países participantes de los Juegos Olímpicos en la historia, eran 71 los que no habían podido ganar una medalla. Pero este número se disminuye porque San Marino y Turkmenistán se instalan en el medallero general. De esta manera, se colocan entre los países que hacen historia en la cita olímpica.

San Marino participó por primera vez de los Juegos Olímpicos en Roma 60 y pasaron 61 años para que pueda celebrar por primera vez y derramar lágrimas de felicidad en Tokio 2020. La artífice de la hazaña, de lograr un bronce que entra en la historia de los Juegos Olímpicos, ha sido la tiradora Alessandra Perilli. Con 29 aciertos en la final, solo fue superada por la eslovaca Zuzana Rehak que se quedó con el oro y Kayle Brownin, medalla de plata.

Este país, que cuenta tan solo con 33.000 habitantes y cinco representantes olímpicos en Tokio, se ubicará en el medallero olímpico logrando algo que parecía lejano. Asimismo, esto será visto con grandes ojos para los deportistas que se inspiran y representan también al continente europeo que solo quedan 6 sin medallas de los 69 representantes.

Otro país que se suma a este grito de felicidad es Turkmenistán. Con trayectoria más corta que San Marino, su primera presencia se dio en Atlanta 96. Polina Guryeva es la encargada de colocar la bandera en el mástil de premiación en la disciplina de halterofilia de 59 kilos. La deportista muestra visibilidad al deporte de esta nación de Asia Central y una población de 5 millones y medio de habitantes que ya aparece en el medallero. Una gran sensación.

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