“El fútbol ha cambiado de escenario, ya no se aprende en la calle, sino en la academia y ese salto Europa lo hizo mejor”, sostuvo Jorge Valdano, exjugador argentino (apodado el ‘Filósofo del fútbol’) y también exgerente general del Real Madrid, cuando dio una entrevista al diario El País de España, hace algunas semanas. Su postura está fundada, pues ha visto de primera mano la realidad del fútbol sudamericano y el avance que sigue teniendo el europeo, pero ¿esto hace que uno sea mejor que otro? Es una pregunta que muchos se plantean y que encendió el debate previo al Mundial.
Antes del inicio de la Copa Mundial de Fútbol Qatar 2022, Kylian Mbappé sostuvo que “Argentina y Brasil no juegan partidos de mucho nivel para llegar al Mundial. El fútbol no está tan avanzado como en Europa. Es lo que se vio en los últimos mundiales”. Si bien hubo respuestas airosas y otras más alturadas, lo cierto es que se tiene la consigna que los torneos europeos poseen mayor exigencia (más allá de la organización) frente a los sudamericanos, un hecho que se palpa con el deseo perenne de los jugadores a migrar hacia el top 5 de ligas en el ‘Viejo Continente’ (y que los más cotizados jueguen en estos torneos). Entonces, ¿es tan grande el abismo que separa a un estilo de otro?
Aunque se pueda decir que este domingo 18 de diciembre, en la final del Mundial, se pondrá a prueba el estilo sudamericano frente al europeo, lo cierto es que las selecciones finalistas poseen su propio sello, uno que ha sido firmado por sus respectivos técnicos, para llegar a estas instancias, aunque con ciertas particularidades.
Para profundizar sobre este debate tan particular y no ajeno frente a una final que enfrentará precisamente a las dos mejores versiones de ambos continentes, Depor se contactó con cinco voces autorizadas: Fernando Signorini, expreparador físico y también amigo íntimo de Diego Maradona; Ramón Quiroga, exarquero y comentarista argentino; Sergio Maffei, periodista del diario Olé de Argentina; Andrés Onrubia, periodista del diario AS de España y autor del libro ‘Fútbol francés, historias, gestas y protagonistas’; y Pablo Gallego, redactor jefe de Flashscore de Francia.
El diablo se esconde en los detalles
El duelo de Argentina vs. Francia carga consigo antecedentes a considerar. De un lado, el cuadro sudamericano no había tenido la oportunidad de estar tan cerca de alzar la copa, desde Brasil 2014. Del otro, se halla un elenco galo que planea repetir el plato de Rusia 2018, y así sumar su tercera estrella. Ambos equipos ya se han enfrentado, siendo su último cotejo el disputado en el Mundial pasado, donde ‘Les Bleus’ ganaron por 4-3, eliminando a la ‘albiceleste’ en octavos de final. Esto desató una ola de críticas que desencadenó el cambio de comando técnico y la necesidad de examinar qué sucedía en la interna de un equipo que, por historia, solo estuvo ausente en cuatro de 22 ediciones de la Copa del Mundo.
¿Se trataba solo de los jugadores o de los técnicos? Si nos centramos solo en los jugadores, es preciso analizar el presente de la mayoría de futbolistas sudamericanos. “La preparación física ha hecho que el jugador argentino tenga también las mismas potencialidades que los europeos. Si bien la talla es menor, la resistencia y los factores condicionantes son parecidos. Por otro lado, los europeos han copiado de nosotros todos esos recursos que tienen que ver con la habilidad para sacarse un jugador en el mano a mano. Salvo Brasil y también algunos jugadores peruanos y colombianos mantienen esa esencia latinoamericana, del juego pícaro, del engaño. Todavía hay más artistas del fútbol sudamericana, los europeos son más atletas”, recalca Signorini.
Bien lo dijo Ricardo Gareca meses atrás para el diario El Tiempo de Argentina: “El fútbol sudamericano, que es tan glorioso, está muy influenciado por Europa. [...] Las características típicas del fútbol sudamericano, como el talento y la habilidad, ya en las infantiles no se ven, porque se juega a dos toques, todo muy esquematizado, porque los técnicos orientan hacia una manera de jugar que les priva la creatividad. El sudamericano que tenía rasgos particulares se fue europeizando. Y a los europeos, por el contrario, lo que les faltaba, el talento y la habilidad, se lo fueron llevando con jugadores cada vez más jóvenes”. Si este es el caso, ¿cómo diferenciar un estilo u otro?
Ramón Quiroga tiene su propia postura. “Las ligas europeas juegan más al pelotazo, mientras que en Sudamérica -especialmente en Argentina- se presiona más. Pero, en los últimos tiempos, los técnicos se están olvidando de poner a un creador, un ‘10′, como Christian Cueva. Lo hemos visto en Uruguay, con De Arrascaeta, un jugador talentoso y con esa creatividad, y Argentina tiene a Lionel Messi. De todas maneras, me parece que en los últimos años, se está perdiendo de los números ‘10′” y no se equivoca. La influencia de ambos se estilos se está mezclando en el fútbol moderno, por lo que solo los técnicos podrán darle un sello característico a cada equipo.
La filosofía Scaloni
El apodo de ‘La Scaloneta’ se dio gracias a Lionel Scaloni. Todos ya conocen su historia, sus inicios en el fútbol en su tierra Pujato, su paso por la Primera División argentina y el salto a Europa. Pero, lo que pocos reconocen, son las críticas que llovieron sobre el DT de 44 años, cuando este fue designado como el técnico principal de la ‘albiceleste’, debido a su escueta experiencia (arrancando con menores y luego siendo ayudante de Jorge Sampaoli). Cuatro años han pasado desde aquel anuncio y hoy Argentina está a puertas de poder ganar su tercer Mundial. ¿Es el estilo aguerrido lo que los ha llevado hasta allí, su unión como familia, o el peso de sus figuras?
“Hay una diferencia de velocidad, cuando Francia juega a campo abierto, marca la diferencia, es una selección que tiene una explosión con Mbappé y Dembélé muy importante; mientras que Argentina tiene un juego más lento (en ese sentido), más de toque, más de búsqueda. Solo tiene verticalidad cuando juega Di María, pero es un equipo que le gusta tratar la pelota, en tanto, Francia tiene un juego más directo. En el contexto de una final, ambos equipos tendrán un juego más de ajedrez, a ver quién puede imponer las condiciones”, sostiene Maffei.
No obstante, hay un punto que señala Sergio que es importante resaltar: lo que impregnó Scaloni a sus dirigidos. Tras años de espera por ganar la Copa América, así como finales perdidas en diversos campeonatos, el DT consiguió dotarle de esperanza y equilibrio al equipo con una consigna, “la selección argentina no está obligada a ganar, porque no son los mejores” y si bien esto podría desanimar a muchos, sucedió todo lo contrario. “Paradójicamente, ese fue el secreto de su éxito, porque bajo ese discurso, Argentina comenzó a ganar todo lo que había perdido. [...] Les cambió la cabeza y su filosofía de vida va por ese camino. Lo vive así, con ese equilibrio espiritual y mental, que no todo es ganar o perder, y eso le vino bien a la selección”.
El sello de Deschamps
La otra cara de la moneda es Didier Deschamps. El estratega francés sabe lo que es ganar una Copa del Mundo, tanto de jugador como DT. Fue parte de la campaña que se gestó en Francia 98 y que llevó a ‘Les Bleus’ a quedarse con su primer título mundialista, sumado a otros trofeos, a nivel de clubes, en casi todos los torneos europeos. Estando en el banquillo, fue el director de la orquesta que llevó a su país a quedarse con su segunda estrella en Rusia 2018, tras un trabajo arduo y parejo, desde julio de 2012. ¿Esta hambre de triunfos los hace propenso solo a buscar el éxito? Para Gallego, no se trata de biotipos de jugadores, sino de planteamiento, el cual tiene el sello de Deschamps.
“El secreto de Francia es Didier Deschamps. Es un entrenador que sabe ganar, que sabe lo que quiere y sabe transmitir el mensaje a sus jugadores. Da igual que haya algunos que no puedan jugar, por lesión o resfriado, porque el que lo hará va a saber lo que tiene que hacer y lo tendrá claro. Por eso Francia está en la final, por eso ganó en el 2018, porque tiene a un entrenador que sabe ganar y que tiene la cultura de ganar. Eso es lo que permite a este equipo llegar a hasta aquí, además de tener jugadores como Griezmann, como Varane -que es el jefe de la defensa-, como Mbappé o Giroud que marcan goles importantes (como contra Inglaterra). Es un equipo hecho para triunfar”, sentencia.
Pese a ello, Onrubia ve similitudes entre el francés y el argentino: “Son entrenadores muy parecidos, pragmáticos, que se sientes cómodos, incluso sin balón, que obligan al rival a que piense y se sienten cómodo agazapados. Además, penalizan muchísimo los errores del rival”. Eso sí, no negó que uno de los puntos fuertes del estratega ‘galo’ fue contar la misma base de hace cuatro años. “El equipo es parecido al del 2018, aunque haya incluido piezas nuevas. Por eso, una de las claves -para mí- es el grupo, el estado físico que tienen los jugadores, lo bien que defienden y que saben a lo que juegan, son muy directos. Cuando roban la pelota, saben cómo atacar, es un equipo muy sólido que tiene muy pocas grietas, por lo que es muy difícil atacarle o encontrarle puntos débiles”, agrega. De ser así, ¿cómo se definirá al ganador? Este domingo 18 de diciembre se verá.
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