Permiso para equivocarse: seis escenas inverosímiles que ponen en jaque al VAR semiautomático en Qatar

Por ejemplo, los argentinos todavía reclaman el gol que no le cobraron a Lautaro Martínez por culpa de su hombro ante Arabia Saudita; los franceses siguen incrédulos por el tanto anulado a Antoine Griezmann ante Túnez; los ecuatorianos no olvidan el gol no pitado de Pervis Estupiñán sobre Países Bajos y Luka Modric sigue esperando que el VAR le dé la razón para patear su penal contra Bélgica. Por eso, es necesario repasar las principales acciones en las que la tecnología fue protagonista y cambió el destino del juego.

El hombro de Lautaro

Corría el minuto 27 del Argentina vs. Arabia Saudita cuando Lautaro anotó el segundo gol de los albicelestes, o al menos eso creyó. El delantero se inclinó frente al último defensor, algo que no fue visto por el árbitro asistente, y pudo definir tras una gran jugada individual. Sin embargo, el VAR reparó en un detalle y analizó la jugada. La tecnología semiautomatizada implementada por la FIFA fue determinante para decidir sobre esa acción: el hombro de Lautaro estaba por fuera de la última línea de referencia del rival y se anuló el gol.

El juez esloveno Slavko Vincic retrocedió las acciones y, tras revisar en la pantalla, marcó tiro libre en salida para los árabes. Fue una decisión que generó cuestionamientos al respecto, dado que los jugadores, comúnmente, no marcan goles con la parte superior del cuerpo. Pero en el sentido estricto del concepto, siendo el hombro una de los recursos que el futbolista puede usar al momento de anotar, se procedió correctamente a invalidar el gol.

La ‘caricia’ a Messi

Es poco común que se sancione un penal cuando el arquero y el delantero disputan un balón en el aire. La ventaja casi siempre la tendrá el guardameta, pero eso no ocurrió en el Argentina vs. Polonia. Cuando el portero polaco Wojciech Szczesny salió a buscar un centro en el minuto 36, su mano impactó en el rostro de Lionel Messi, quien también saltó para intentar cabecear. El árbitro VAR, Paulus Van Boekel, recomendó la revisión de la acción por un posible penal, y el juez principal Danny Makkelie corrió a ver la pantalla debajo de las tribunas. La falta se cobró de manera atípica y la ‘Pulga’ remató, aunque esa vez no pudo marcar.

Sin embargo, la jugada roza la polémica porque sanciona un tipo de falta que no es habitual en el fútbol. Es cierto, existe el contacto entre la mano de Szczesny y el rostro de Messi; pero el balón ya se había jugado, el cabezazo del argentino no tuvo destino de gol y, tal vez, no ameritaba la intervención del VAR. Eso sí, el cobro de la jugada se dio y marca un antecedente para los partidos que vendrán después. Si hay una jugada puntualmente similar, es probable que el atacante tenga cierta ventaja sobre el arquero al momento del impacto.

El penal a Cristiano

El reloj marcaba el minuto 62 cuando Cristiano pisó el área ghanesa con dirección de gol. Cerca de él, Mohammen Salisu trató de interceptar su camino, pero en ese contacto el pie del africano tropezó con el del astro portugués. La jugada parecía simple, una muy común en cualquier zona del campo y en la que, en otras ocasiones, no se hubiese cobrado nada. No obstante, la caída de CR7 dramatizó todo y el árbitro Ismail Elfath compró el penal. Incluso, fue a revisar la pantalla del VAR para confirmar su decisión.

La repetición mostró que Cristiano llegó primero al balón que Salisu, antes de que se produjera el contacto entre botines. A pesar de que se puede considerar una pena leve, no fue un error evidente del árbitro principal señalar la falta. Ese tipo de acciones ocurren en el fútbol, pero se evalúan con distintos criterios. Tampoco hubiese pasado nada si el juez decidía continuar la jugada. Es cierto, quedaba como una polémica, pero dado que se revisó en la pantalla, la decisión de Elfath fue la acertada.

El gol de Griezmann que no fue

El hecho surrealista de esta nómina fue lo ocurrido en el Francia vs. Túnez. En el séptimo minuto de los ocho añadidos, Antoine Griezmann anotó el gol que le daba el empate agónico a los ‘galos’ y mantenía su invicto en el Mundial. Hubo celebración, abrazos e incluso palabras de aliento porque el árbitro Matthew Conger había marcado el final del partido. Pero todo cambió segundos después. El juez neozelandés recibió el llamado del VAR y corrió a revisar la jugada del gol. ¿Qué decidió? Reanudo el juego, anuló el tanto de Griezmann y luego finalizó (por segunda vez) el partido.

Nunca antes en la historia de los mundiales (ni del fútbol) se había visto algo similar. Pero vamos al hecho en sí. La jugada que antecede al gol entra en el terreno de la interpretación, de lo subjetivo. Si el despeje del tunecino Montassar Talbi hubiese sido una “jugada deliberada” (es decir, tener el control de las acciones), Griezmann habría estado habilitado para rematar y el gol hubiese sido válido; no obstante, al no tratarse de eso, el atacante de ‘Les Bleus’ quedó automáticamente en fuera de juego por su posición inicial y el gol no se cobró.

La mano de Giménez

Otra de las grandes polémicas fue el penal que le cobraron a Uruguay en la derrota ante Portugal. Cuando Bruno Fernandes entró al área en búsqueda del segundo gol, ‘Josema’ Giménez interceptó su pase y el balón pegó en su mano justo cuanto estaba cayendo hacia atrás. La jugada se rompió y el árbitro iraní Alireza Faghani dejó jugar ante los reclamos de los lusos. En el momento que se iba a cobrar un tiro de esquina, el VAR llamó al juez para revisar la jugada ante un posible penal. Este se acercó a la pantalla y, tras analizar la jugada, cobró la pena máxima.

En las imágenes se aprecia que Giménez utilizó su mano para apoyarse mientras intenta detener al rival. En este caso, no hay una intención del defensor ‘charrúa’ en evitar de manera ilícita el avance de Fernandes, quien finalmente terminó marcando el gol desde los doce pasos. Según el reglamento, la única razón para sancionar esa falta es que el jugador haya querido jugar de manera deliberada, hecho que traer como consecuencia el penal. La acción queda a la interpretación de los jueces.

La eterna espera de Modric

La última gran polémica sucedió en el Croacia vs. Bélgica, cuando el árbitro Anthony Taylor pitó el penal en favor de los croatas y Luka Modric agarró la pelota para ejecutar el disparo. Es más, hasta el arquero Thibaut Courtios estaba listo para detener el remate y solo hacía falta el pitazo del juez; pero en eso el VAR vuelve a intervenir y lo llama para que revise la jugada previa al penal. Luego de unos segundos, Taylor cambia su decisión por un offside cuestionable y el capitán croata se quedó con las ganas de marcar su primer gol en este Mundial.

Modric estuvo al menos cinco minutos con los brazos en la cintura, esperando el visto bueno para patear el penal; no obstante, el VAR marcó que hubo una posición adelantada de Mateo Kovacic. En la imagen, se aprecia que apenas hay una diferencia de centímetros entre el hombro del jugador del Chelsea y el de Jan Vertonghen. Quizá pudo resolverse de otra manera, pero es prueba de que la tecnología sanciona hasta el más mínimo detalle.

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