Antes del viaje desde Milán hasta Kazán, José Pékerman protagonizó un pequeño baile, como parte de la celebración que realizaron sus dirigidos en el bus que lo trasladó hasta su avión con destino al Mundial.
Cargada de ilusiones y luego de 16 días de concentración en Milán, la Selección de Colombia arribó a Kazán (este de Moscú) para encarar la aventura de Rusia 2018.
Encabezados por el capitán Radamel Falcao García y James Rodríguez, máximo goleador del Mundial de Brasil-2014, el avión del combinado colombiano procedente de Italia aterrizó en el aeropuerto internacional de la capital de Tartaristán.
Muy sonrientes y vestidos de traje, los 23 futbolistas y el cuerpo técnico liderado por el argentino José Pékerman descendieron del avión y abordaron rápidamente el autobús oficial que lucía en los ventanales la frase: "Aquí van 1 sueño, 3 colores y 50 millones de corazones".
Unos cincuenta hinchas con banderas y camisetas de Colombia, la gran mayoría estudiantes residentes en Rusia, vitorearon a cada uno de los jugadores en un clima de fiesta a pesar de la lluvia y el frío intenso de la noche en Kazán.
Un fuerte operativo policial acompañó al seleccionado cafetero, integrante del Grupo H que completan Polonia, Japón y Senegal, hasta su fastuoso búnker en Sviyazhsk, a unos 35 kilómetros al oeste de Kazán.