Hay remates que ni los mejores arqueros del mundo pueden evitar que terminen en gol. Uno de esos disparos se vio este domingo en el duelo entre Costa Rica y Serbia por el Mundial Rusia 2018. Aleksandar Kolarov (56') fue el anotador, y Keylor Navas, que reaccionó de forma rápida, la 'víctima'.
Costa Rica y Serbia inician así su participación en el Mundial, con equipos que probablemente adopten enfoques contrastantes para aprovechar al máximo sus limitados recursos en el torneo.
El ataque ha sido un arma descuidada por algunas de las selecciones menos poderosas en las últimas ediciones de la Copa del Mundo, demostrando que la defensa es a menudo la mejor arma para equipos que no han sido bendecidos con un gran talento.
Costa Rica demostró hace cuatro años, cuando llegó a los cuartos de final por primera vez en su historia, que la capacidad de frustrar a los oponentes con mucho más talento te puede llevar por un largo camino, siempre que se cuente con una defensa organizada y un contraataque decente.
En Brasil solamente recibió dos goles en cinco partidos y derrotó a Italia y Uruguay para encabezar un grupo que también incluyó a Inglaterra. El sueño 'Tico' terminó en la instancia de los ocho mejores, con la derrota por penales ante Holanda.
La carrera de la pequeña Islandia hacia los cuartos de final en la Eurocopa del 2016 es el último ejemplo de cómo la precaución se ha convertido en el medio más confiable de superación y Costa Rica está aparentemente diseñado para seguir ese proyecto.