Es todo un reto ver a Inglaterra durante 90 minutos y no bostezar al menos un par de veces. Al equipo de Gareth Southgate difícilmente lo sorprenderán mal parado o le anotarán a través de un contragolpe porque, sencillamente, no arriesga. Contratado en octubre de 2016, luego de la decepcionante Euro que supuso la renuncia de Roy Hodgson (cayó en octavos ante Islandia), ‘Gary’ ya lleva 15 partidos con los ‘Tres Leones’ –10 por Eliminatorias al Mundial y 5 amistosos–, y si de alguna identidad ha provisto a la selección, es esa: saber defender. Fue, junto a España, el equipo menos batido de las Eliminatorias, con solo tres goles recibidos.
La fórmula no solo alcanzó para clasificar a Rusia 2018, sino para hacerlo como líder invicto del Grupo F (28 puntos de 30). Parece un cuento de hadas, pero es necesario recalcar que salvo Escocia, con quien sostiene una vieja rivalidad –el clásico británico–, Inglaterra no la tuvo muy difícil ante Eslovaquia, Eslovenia, Lituania y Malta. Pese a ello, en esos 10 partidos los ‘Southgate boys’ solo marcaron 18 tantos. ¿Cuántos hizo, por ejemplo, Alemania? 43. Sí, su defensa es tan eficaz como la de España, pero la ‘Roja’ anotó el doble de goles. Con Kane, Vardy, Alli, Rashford y Sterling en el plantel, el técnico ha optado por un estilo conservador.
Desde luego, un equipo no hará goles solo por llenarse de delanteros –absurdo razonamiento que aún abrazan algunos entrenadores cuando van perdiendo–, así que el problema, que tiene años, no es fácil de resolver. El diario The Sun lamenta la falta de creatividad y alternativas de juego de su selección y apunta que, para anular a Inglaterra, al rival le basta replegar y juntar sus dos líneas (defensa y volante). Cita dos ejemplos: los ‘Tres Leones’ vencieron a Eslovaquia y Escocia, pero el mapa del calor dice que Harry Kane casi no pisó el área rival, que la volante rotó el balón de lado a lado esperando a que la defensa se abra mágicamente, y que la defensa acabó lanzando pelotazos. Hace 12 años, Santiago Segurola llamó a esto El vicio inglés.
The Sun tiene una teoría para este aburrimiento: no hay un constructor de juego. Inglaterra no es el reflejo de la Premier, donde hay vértigo y sorpresa para regalar. El 100% de jugadores que Southgate convoca son de la liga local, pero, ¿qué tienen los clubes top de dicho torneo que él no? Un ‘10’… y ninguno es inglés: Kevin de Bruyne y David Silva (Manchester City), Christian Eriksen (Tottenham), Cesc Fábregas (Chelsea), Mesut Özil (Arsenal), Juan Mata (Manchester United) y, hasta hace poco, Philippe Coutinho (Liverpool).
Hay uno no tan deslumbrante como los mencionados, que ya no es una promesa pero tiene visión de juego, técnica y personalidad, su nivel viene siendo aceptable y, según este medio, es la única solución posible: Jack Wilshere (26), del Arsenal. Hace falta trabajarlo, y a conciencia, dado que su talento no bastará para hacer bien una labor que Gerrard y Lampard no pudieron en tantos años, y que nadie en ese equipo cumple a cabalidad desde Paul Scholes.
En sintonía, The Telegraph menciona otras falencias de Southgate, de las que hace énfasis en la ‘inflexibilidad táctica’. El entrenador muere con su 4-2-3-1 y puede pasar los 90’ rotando el balón de un lado a otro –como en los dos ejemplos previos– esperando un error del rival que puede no ocurrir. Bajo su mando, solo hubo un partido en el que Inglaterra cambió a 3-5-2: el 3-2 ante Francia. Fue derrota, pero ese día Trippier y Bertrand, respaldados por Sterling y Oxlade-Chamberlain, hicieron suyas las bandas y generaron, por esa vía, varias ocasiones. Un oasis en el desierto para la selección con el tercer mejor porcentaje de posesión (65%) y pases acertados (88%) en la Eliminatoria, pero decimosexta en disparos realizados (178).
Son solo los aspectos más importantes en los que los ‘Tres Leones’ deberán trabajar, además de re-inculcar una mentalidad ganadora en una selección con nombres e historia, pero que no gana nada a nivel de mayores desde 1966. El sorteo fue generoso, Inglaterra se emparejó con Túnez, Panamá y Bélgica, y todo indica que no tendrá problemas para clasificar a octavos de la Copa del Mundo. Pero el verdadero Mundial empezará en ese preciso momento, y a Southgate le espera una dura batalla contra los bostezos de la gente.