Cristiano Ronaldo ha asistido puntual a todas las citas que tuvo con el gol en Rusia 2018. El mundo habla de él y eso ayuda a que pocos le presten atención a Portugal. La Eurocopa ha sido un escenario para las grandes gestas, para que (a veces) algunos equipos sin mayor juego ni brillo logren el título. Lo hizo Grecia en 2004 y lo repitieron los portugueses en 2016. Los mundiales son otra historia.
Desde hace dos décadas, el club de los campeones está cerrado a nuevos miembros. El última en obtener su membresía fue Francia en 1998. En aquel torneo jugaron de local, tuvieron un plantel brillante, a un Zinedine Zidane iluminado y años de trabajo. La Portugal de Rusia 2018 es la misma que conquistó Europa hace dos años, pero todos son más veteranos. De los jóvenes, ninguno es un fuera de serie. Si el nivel ya era bajo entonces, ahora se muestra más discreto todavía.
"Si le quitan a Cristiano Ronaldo, este equipo no hubiera clasificado", dicen los analistas más severos. Nadie espera que este Portugal sea campeón, por eso la gesta resulta tan atractiva para CR7, un devorador natural de retos y récords, un hombre que muchas veces se ha puesto a la par (incluso ha superado) al llamado mejor jugador de todos los tiempos: Lionel Messi, con quien mantiene una competencia sin respiro desde hace una década.
En la primera fecha de Rusia 2018 ante España, Cristiano marcó tres (de penal, de fuera del área y de tiro libre), pero su selección recibió la misma cantidad de goles. El delantero celebró luego de un gol de palomita ante una Marruecos que se quedó a nada de empatar y voltear el marcador.
¿Alcanza solo con Cristiano Ronaldo? ¿Alcanza con una volante seca de ideas? ¿Alcanza con una defensa que defiende muy poco? ¿Con un buen arquero, pero no brillante? En Argentina se repite antojadizamente que Diego Armando Maradona ganó solo México 1986. Omiten que ese equipo tuvo al mejor Jorge Valdano (Real Madrid), a un frío goleador como Joirge Burruchaga (Nantes), a un sólido defensa como Óscar Ruggeri (River Plate) y a buenos jugadores en todas sus líneas.
Comparado al nivel del resto de equipos de Rusia 2018, el colectivo portugués parece más pobre que el argentino del 86. En Brasil 2014, Messi caso logra emular al Diego, con una selección que fue sumando lesiones de jugadores importantes a lo largo del torneo. Sin embargo, Alemania hizo añicos todo en la final.
El próximo lunes 25 de junio, en el Mordovia Arena, Portugal se juega ante Irán sus chances de pasar a octavos de final del mundial. Con su motor funcionando a máxima combustión y con la suerte de su lado, Cristiano Ronaldo parece listo para intentar imitar la gesta maradoniana, aunque en el caso del portugués su camino parezca aún más empinado.