Se plantan. Inglaterra, a través de Reino Unido, amenazó este martes con una dura respuesta si se prueba que el país anfitrión de Rusia 2018 está detrás de la misteriosa enfermedad que aqueja a un ex doble agente ruso condenado por traicionar a decenas de espías ante la inteligencia británica.
El secretario de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, identificó a Sergei Skripal, excoronel del servicio de inteligencia militar ruso GRU, y su hija Yulia como las dos personas que fueron halladas inconscientes el domingo en un banco fuera de un centro comercial en el sur de Inglaterra.
Skripal, de 66 años, y su hija de 33 años fueron expuestos a lo que la policía calificó como una sustancia desconocida en la ciudad de Salisbury, Inglaterra. Ambos están en estado crítico y en cuidados intensivos.
"No sabemos con exactitud qué ha ocurrido en Salisbury, pero si es tan malo como parece, es uno más en la letanía de crímenes que podemos dejar en la puerta de Rusia", dijo Johnson en el Parlamento británico. "Me temo que está claro que Rusia es ahora, en muchos aspectos, una fuerza maligna y disruptiva y Reino Unido está liderando en el mundo los intentos para contrarrestar esta actividad", agregó.
Si se demuestra que Moscú está detrás de la enfermedad de Skripal será difícil que representantes del Reino Unido vayan al Mundial de Rusia en junio y julio, indicó Johnson. Una fuente oficial aclaró que eso apunta a la visita de ministros o dignatarios.
Fuente (Reuters)