Diez meses antes del Mundial Brasil 2014, el ex arquero argentino Hugo Gatti lanzó una crítica contra Lionel Messi que bien puede tomarse como el resumen de lo se decía por entonces del delantero de la Selección de Argentina y del Barcelona: “Es el mejor de todos, pero no genera nada”.
Los bien intencionados bajaban el tono afirmando que Messi inspira con su fútbol. Los más severos lo acusaban de ser poco argentino, entiéndase como un tipo escasamente extrovertido y de pobre autoestima (o al menos incapaz de ocultarlo).
Antes de arrancar su participación en Rusia 2018 el último sábado, la ‘Pulga’ había logrado sacudirse esa imagen hablando en la cancha, reclamando y arengando a sus compañeros. Eso no fue suficiente para hacer retroceder a sus críticos, pero sí los obligó a cambiar su discurso: ahora lo acusan de tener un excesivo protagonismo. “Es la banda de Messi y sus amigos”, dice el periodista Martín Liberman sobre la Selección. “Sampaoli negocia con Messi quiénes van al Mundial”, afirmó el relator Alejandro Fantino. Sí, el tímido de hace cuatro años hoy supuestamente le da órdenes a los entrenadores.
El penal fallado y el pelotazo hacia la tribuna al final del empate ante Islandia en su debut en Rusia 2018, fue leña para los que suelen acusar a la 'Pulga' de no manejar bien la presión, otra vertiente de las críticas que caen sobre él. Sus compañeros lo buscaron todo el partido, pero una vez que el capitán tenía la pelota, pocos se mostraron o le marcaron un pase. Lionel Messi intentó anotar y asistir a su equipo, pero se perdió en el bosque de piernas que plantó Islandia en su área. Siempre es más difícil cuando uno está solo, aún si ese uno es el mejor.
Cifras de escándalo
El delantero ha cerrado la temporada como el máximo goleador de Europa. También ha vuelto a liderar el ranking de asistencias de La Liga, puesto que no ocupada desde la temporada 2013-14. Además, se convirtió en el mayor asistidor histórico del torneo, superando los 120 pases gol de Míchel.
Con Iniesta en un rol secundario esta temporada y con Xavi fuera del Barcelona desde 2015, las estadísticas de Lionel Messi han borrado del mapa a quienes decían con desdén que dependía de ambos para ser el mejor. Lo que sí está demostrado es que sin el atacante, el Barcelona no rinde igual.
En un partido ante Sevilla por la Liga, el equipo catalán perdía 2-0 y estaba recibiendo una paliza hasta que entró La ‘Pulga’, revolucionó el juego y anotó el empate en el último minuto. “La vida sin Messi es un espanto”, llegó a titular el diario Marca luego del encuentro.
En Argentina ocurre lo mismo, pero aún con su estrella en la cancha las cosas no alcanzan para ser siempre un dulce sueño. En las dos finales perdidas de la Copa América y en la final del Mundial Brasil 2014, los delanteros del equipo se devoraron goles que parecían más fácil de hacer para jugadores de su calidad. Eso suma presiones y obligaciones para el capitán del equipo, quien juega en su selección más lejos del área que en el Barcelona, pero a quien se le pide que asista y anote.
Vigencia treintañera
Una de las cosas más impresionantes de Messi es que sigue siendo el Messi que todos conocemos con 30 años encima, edad a la que muchas estrellas arriban quemando su última reserva de combustible. Sin embargo, el argentino está en plena forma. Es una tendencia mundial, que tiene al tenista suizo Roger Federer (36 años) como máximo ejemplo: los atletas del siglo XXI rinden hasta edades mayores que sus antecesores, gracias al avance de la medicina, la sofisticación de los entrenamientos y la alimentación.
A mediados de mayo, 'La Pulga' hizo un viaje relámpago a Sacile, un pueblito italiano de 20 mil habitantes y sede del consultorio de Giuliano Poser, nutricionista del delantero argentino. Luego de la derrota en la final de Brasil 2014, fue este doctor el que ayudó a Messi a alcanzar su mejor versión física.
Argentina clasificó a Rusia 2018 gracias a tres goles de su capitán en la última fecha ante Ecuador de visita en la altura de Quito. Frente a Islandia lució una versión menos brillante (penal fallado incluido), pero sus compañeros, jugadores de enorme calidad individual, mostraron un nivel aún más discreto y baja intensidad. El empate fue una consecuencia de eso.
Lo tiene (casi) todo
En los últimos años, a la par de su evolución como jugador, la Selección de Argentina se ha ido degradando. Una Federación sin brújula ha usado tres entrenadores en la última Eliminatoria, todos con planteamiento de juego distinto. Ese ha sido un peso que no ha podido esquivar Messi, ni otros referentes como Higuaín, Agüero, Biglia, Di María y Mascherano.
Se suele repetir que Diego Maradona ganó él solo México 1986. Eso no es verdad. ‘El Pelusa’ tuvo entonces compañeros que hicieron su trabajo y supieron bailar al ritmo que él exigía. La duda hoy es si el resto de jugadores de Argentina están a la altura de lo que Lionel Messi necesita para ayudarlos a ganar el Mundial. De todos los requisitos que se deben cumplir para ser campeón, ese es uno de los pocos que le falta a la ‘Pulga’. Y es el único que no depende de él.