Gran impacto ha causado en el mundo la noticia de la muerte de la reina Isabel II del Reino Unido. A los 96 años, la monarca dejó este mundo tras más de 70 años de reinado y toda una vida dedicada a su país.
Con esta noticia, muchas personas se han mostrado interesadas en descubrir más detalles sobre su largo mandato. Por ello, a continuación, conoce de qué está hecha la corona que acompañó a la reina Isabel II desde su coronación en 1953.
De acuerdo con la web oficial de la Torre de Londres, el accesorio que usó la reina Isabel II del Reino Unido se llama Corona del Estado Imperial y fue empleada por la monarca al salir de la Abadía de Westminster después de su coronación. Además, fue utilizada en otros eventos importantes.
Vale precisar que la Corona del Estado Imperial se confeccionó en 1937, para la coronación del Rey Jorge VI, en reemplazo de la que fue diseñada para la reina Victoria en 1838.
Este símbolo de la realeza está hecha de oro y está engastada con 2868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y 4 rubíes. De esta manera, contiene algunas de las más importantes joyas de la Corona, como el Rubí del Príncipe Negro, el zafiro de San Eduardo y el diamante Cullinan II.
Una de las joyas más espectaculares que pueden apreciarse en la Corona del Estado Imperial es el diamante Koh-i-Nûr. Este pesa 105,6 quilates en la actualidad y se sabe que fue mucho más grande, ya que fue cortado en 1852 para mejorar su brillo y adaptarse a los gustos de la época.
Es considerado uno de los diamantes más famoso del mundo, un símbolo de conquista que posiblemente sea originario de las minas Golconda. Ha tenido muchos dueños anteriores y fue entregado a la reina Victoria tras el final de las Guerras Anglo-Sikh en el Punjab. Como curiosidad, una tradición reciente cree que traería desgracias si lo lleva un hombre.
Por otro lado, se dice que el zafiro de San Eduardo, colocado en el centro de la cruz superior de la corona, fue usado en un anillo por San Eduardo el Confesor y descubierto en su tumba en 1163.
La joya que se encuentra en el centro de la corona, por su parte, es la segunda piedra más grande del diamante Cullinan. Este fue descubierto en 1905, en la actual Sudáfrica y fue un regalo que recibió el rey Eduardo VII. La joya tiene 530,2 quilates.
Debido a todas estas características, la corona de la reina Isabel II del Reino Unido pesa 1,3 kg. En declaraciones de la propia soberana para el documental “The Coronation”, este fue considerado un accesorio difícil de llevar durante su coronación, ya que ni siquiera podía bajar la cabeza mientras leía su discurso.
Al igual que otras joyas de la Corona, este símbolo de la monarquía inglesa se exhibe en una exposición en la Torre de Londres.
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