Si eres de los que disfruta un buen café en la mañana o después del almuerzo, de seguro tienes en la cocina una cafetera y un molillo para obtener la consistencia ideal, pero ¿qué pasa si se malogró o no sueles usar esta herramienta, te equivocaste comprando y agarraste el empaque incorrecto? Aquí te dejamos los trucos caseros que puedes usar para moler granos y no quedarte sin tu bebida favorita.
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Tener un molinillo en el hogar permite disfrutar del café de la manera más natural y pura, así como todo su aroma y calidad porque la molienda se hace al momento y rápidamente se puede usar la cafetera.
Sin embargo, este aparato se puede romper o simplemente puede faltar en casa por lo que quedarte sin la dosis de café diaria no es una opción, así que toca usar el ingenio y los trucos para revertir la difícil situación.
Cómo moler tu café sin ayuda del molinillo
1. Con un mortero
- Los morteros no solo sirven para moler especias, sino que pueden funcionar para la molienda de los granos de café.
- La idea es poner los granos en el recipiente cóncavo y con la ‘macilla’ majar o aplastar hasta que te quede con la consistencia que quieres o uses para tu cafetera tradicional, italiana o francesa.
2. Con la licuadora
- La idea es hacerlo de a pocos y midiendo la cantidad de café que se va a moler.
- Colocar los granos en el vaso y presionar con el botón de pulso en ráfagas cortas, para lograr el resultado.
- No es recomendable dejar licuando sin supervisación, sino hacerlo de a pocos en la opción de potencia más baja
- Cuando hayas terminado de moler los granos de café, lava bien la licuadora para quitarle el aroma intenso.
3. Con el procesador de alimentos
- Coloca los granos que vas a necesitar para tu café de la mañana en el procesador de alimentos.
- Muele los granos usando pulsaciones de cinco segundos durante 10 a 20 segundos.
- Verifica la consistencia del molido y continúa procesando en períodos cortos hasta que tengan la consistencia que desees, aunque esta suele ser gruesa y poco uniforme.
- Al finalizar desarma y lava el procesador de alimentos para quitar todo el aroma y restos.
4. Con una licuadora de mano
- Coloca los granos de café dentro de un recipiente alto y estrecho.
- Introduce la licuadora dentro del recipiente y cubre la parte superior con tu mano para que los granos no salgan disparados.
- Licúa durante 20 a 30 segundos. Luego, verifica el molido y continúa procesándolo hasta que tenga la consistencia adecuada.
- Enjuaga y lava la licuadora de mano y el recipiente inmediatamente para quitar los aceites y el aroma del café.
5. Con el rodillo de cocina
- Coloca los granos sobre una tabla de cortar y con la ayuda de un cuchillo quiebra los granos e intensa molerlos un poco haciendo presión con tu mano y el objeto filudo.
- Pon los restos dentro de una bolsa de plástico gruesa para congelador. Séllala la bolsa y colócala sobre una superficie plana.
- Agita los granos alrededor para formar una sola capa y pasa el rodillo sobre ellos de un lado a otro hasta que obtengas el molido adecuado.