Cuando se disparó el brote en Wuhan, China, muchos señalaron al murciélago como el causante de que el coronavirus mutara y pasara a los humanos, algo que no terminó de comprobarse. Y, ¿qué pasa si fue otro animal?
Científicos en China, epicentro del brote, vienen estudiando desde hace varias semanas las posibles causas iniciales de que el brote del coronavirus ya se haya cobrado la vida de casi 40 mil personas en el mundo y haya puesto en cuarentena a más de un tercio de la población.
El grupo de expertos descubrió que los pagolines son portadores de un coronavirus con bastante cercanía al SARS-CoV-2, pero -hasta el momento- el vínculo no ha sido del todo sólido para para concluir que hayan sido esos los responsables directos de la actual crisis mundial.
El SARS-CoV-2 surgió en un mercado de Wuhan, China, donde se vendían animales salvajes para el consumo humano y, aunque hay pruebas que sugieren que los murciélagos son el reservorio del SARS-CoV-2, a día de hoy los científicos siguen sin determinar qué animal pudo ser el huésped intermedio que facilitó la transmisión del virus a los humanos.
El estudio -publicado en Nature- recuerda que poco después de que se iniciara el brote en el mercado del Wuhan -el foco inicial de la infección-, éste fue desmantelado, lo que impidió buscar la especie animal de la que surgió el coronavirus.
Hasta el momento, la curva sigue creciendo en el resto del mundo, llegando a cifras que pocos expertos esperaban en este tiempo: más de 809.608 casos y 39.545 muertos en 192 países. Hasta el momento, 172.869 personas se han recuperado del coronavirus en el mundo.
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