La redacción por estos días. La imagen es de Francisco Neyra, quien, junto al equipo de fotografía, continúa al pie del cañón.
La redacción por estos días. La imagen es de Francisco Neyra, quien, junto al equipo de fotografía, continúa al pie del cañón.

Renzo, uno de nuestros periodistas de Polideportivo –el loco MMA–, me contó que Clarín había sacado una nota contando el día a día de sus periodistas en la cuarentena. Me gustó, así que me sumaré a esa tendencia que siempre critiqué de traer o copiar lo argentino –con el perdón de las buenas excepciones, con Gareca a la cabeza–, para contarles, brevemente, cómo Depor sigue llegando hasta ustedes.

El día arranca, en mi caso, a las 8:30 am. A esa hora ya hay chats de Whatsapp o correos para coordinar, una tarea titánica por estos días, y más para alguien a quien no le gusta hablar por teléfono. Editores y redactores mapeamos el día entre cafés y buenos días a la familia, y a las 10:00 am nos conectamos por videoconferencia a la reunión de coordinación. Hasta el año 2020 A.C. (antes del coronavirus) nos juntábamos a las 2:00 pm. para definir los temas en el impreso y la portada. Nuestro cierre era 9:30 pm. con suerte (medianoche cuando había partidos tarde). Ahora, sin fútbol, es más temprano.

El producto que llega a ustedes debe preservar la calidad de siempre, pero el proceso es algo a lo que nunca nos habíamos enfrentado. Por la hora y por trabajar desde casa, los cambios son mayores y más pesados. Antes bastaba voltear la cabeza y pasar la voz, ahora hay que escribir o llamar. A veces, el receptor de ese mensaje debe, a su vez, comunicárselo a alguien más. Algunos llevaron la PC del trabajo a sus casas, otros trabajamos con el programa VPN, controlando nuestros ordenadores de la oficina desde un equipo personal. Se nos pone lenta la conexión, se cae el sistema, alguno no responde rápido, se fue o entró un aviso. Ahora que se los cuento, hasta gracioso suena.

Como no hay deportes, además de las noticias sobre reinicios de ligas y reducción de sueldos, generamos contenido que, estamos seguros, sigue siendo atractivo para nuestros lectores, y que continúa diferenciándonos de la competencia: entrevistas, crónicas, efemérides, notas a partir de datos estadísticos. Todo escrito con un lenguaje sencillo pero esmerado; con un diseño alegre, vivo. En suma, lo que siempre caracterizó a Depor.

Todo esto en cuanto a la edición impresa, pero en el plano digital seguimos compitiendo. Y me animo a decir que de forma más feroz, pues la gente está más conectada que nunca a la red. Tan difícil como seguir ofreciéndoles un periódico de calidad es mantener un flujo de noticias en la web sin bajar los estándares, así que los rebusques y el ingenio para el impreso también aplican aquí, y se saca adelante gracias a un equipo de primera. Ahora pienso en que me estreso por mensajes madrugadores, pero un grupo de periodistas está nutriendo depor.com desde las 6:00 am, otro en las tardes y un tercero, hasta la medianoche. Su trabajo nunca supo de horarios y ahora menos.

De igual manera, nuestros community managers, diseñadores digitales y programadores siguen posicionando la marca en Facebook, Twitter e Instagram. Después de una breve pausa para redefinir la estrategia, hemos vuelto a YouTube y Spotify. Y ahora, en sintonía con la cuarentena, somos el primer medio deportivo en el Perú en tener TikTok (@deporcom).

Mi agradecimiento es infinito hacia todos los que siguen remando para sacaar esto adelante. Incluyo, por supuesto, al equipo de sistemas que aún va a la redacción para solucionar los imprevistos. A la gente de circulación, que continúa supervisando las impresiones. A quienes siguen transportando el diario hasta los quioscos y al ‘canillita’, que los distribuye casa por casa. Y a ustedes, que nos siguen abriendo las puertas de sus hogares. Así, juntos, estos días de aislamiento pasan mejor.

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