Henry Kissinger, el influyente ex secretario de Estado de EE.UU. y laureado con el Premio Nobel de la Paz, falleció este miércoles a los 100 años en su hogar en Connecticut, Estados Unidos. Conocido por su papel crucial en la diplomacia mundial durante la Guerra Fría con la entonces Unión Soviética, destacó por su enfoque pragmático al iniciar acercamientos con Moscú y Pekín en los años 70. Hasta el final, Kissinger defendió la protección de los intereses vitales de Estados Unidos, evidenciando una visión del mundo que perdura.
Kissinger fue artífice clave de la política exterior estadounidense por más de medio siglo. El político osciló entre ser un negociador hábil y un personaje polémico, tanto aplaudido por su búsqueda de paz en Medio Oriente y Vietnam, como también criticado por su rol ambiguo al respaldar violentas dictaduras en América Latina. Quienes denuncian sus vínculos con las criminales dictaduras de Pinochet y Videla no dejan de destacar que fue invitado de honor al Mundial de Argentina 78 -y Juan Carlos Oblitas recordó que Kissinger acompañaba al general argentino cuando este visitó el vestuario peruano antes de aquel polémico 6-0 que ponía a Argentina en la final- (ya no era secretario de Estado), pero el hecho es que Kissinger era aficionado al fútbol, más allá de que valorase su importancia sociopolítica.
Su fallecimiento en su hogar de Connecticut fue anunciado sin detalles sobre la causa, dejando tras de sí un legado complejo que abarca desde la apertura de relaciones con China hasta su cuestionado apoyo a regímenes dictatoriales en el continente americano.
Kissinger y su influencia en el futbol y otros deportes
Kissinger tuvo una breve incursión en el mundo del fútbol a través de su participación en la organización de la Copa Mundial de la FIFA en 1994, que se celebró en Estados Unidos. Fue nombrado presidente honorario del comité organizador de la Copa Mundial 1994 en reconocimiento a su influencia y habilidades diplomáticas. Su papel fue más ceremonial que operativo, pero su participación resaltó la importancia que se le dio al evento y ayudó a promover el torneo en suelo estadounidense.
Se sabe también que quedó impresionado por la semifinal Italia-RFA del Mundial México 70, y que desde ese partido desarrolló una gran admiración por Franz Beckenbauer, con quien luego trabajó. Admirador también de Pelé, influyó para que ambos acabaran jugando en Estados Unidos y, además, fue Comisionado -alto directivo- de la NASL, la primera liga profesional de fútbol importante en Estados Unidos. En 1988 organizó una reunión entre el presidente de la FIFA, Joao Havelange, y el de EE.UU, Ronald Reagan, de la que se derivó la elección de los Estados Unidos como sede del Mundial 1994. Fue socio, por cierto, del Bayern Munich así como del Furth, el club de su ciudad natal y asistió en un par de ocasiones al palco del Santiago Bernabéu: Mallorca y Valladolid fueron los rivales del Real Madrid. Asimismo, señaló también que el fichaje de Zinedine Zidane era económicamente caro, pero barato a la larga en términos de espectáculo y promoción.
Por otro lado, durante el Mundial de Fútbol de 1978, Kissinger fue el invitado destacado de Jorge Videla en Argentina, participando durante cinco días en los partidos finales del campeonato en estadios como River y Rosario Central. Durante su estadía, compartió diversos eventos y encuentros con personalidades de distintos ámbitos, lo que simbolizó un respaldo tácito a la dictadura militar de ese momento.
Con tales antecedentes era prácticamente inevitable que Kissinger llegara al mundo olímpico. Naturalmente, por una de las puertas más grandes aunque también en un momento convulso: Juan Antonio Samaranch le convocó para acometer las reformas del Movimiento Olímpico tras el escándalo de corrupcion de Salt Lake City, por el que él tuvo que comparecer ante el Congreso USA para dar cuenta de las reformas realizadas. Aquello sucedió en 1999. En el año 2000, con 77 años ya, fue nombrado Miembro de Honor del COI y recibió la Medalla Pierre de Coubertin. No tenía voto, pero sí voz, e influyente Todavía en la pasada década Joseph Blatter acudió de su experiencia y prestigio para ver de resolver el maremágnum de casos de corrupción en que estaba envuelta la FIFA.
¿Quién fue Henry Kissinger?
Henry Kissinger, nacido Heinz Alfred Kissinger en 1923 en Baviera, Alemania, tuvo una vida que atravesó los altibajos del siglo XX. A los 15 años, buscando escapar de la persecución nazi, emigró con su familia a Estados Unidos, donde eventualmente se naturalizó como ciudadanos de ese país. Su ascenso académico lo llevó a Harvard, donde no solo estudió, sino que también se convirtió en profesor en la universidad.
Su mayor prominencia llegó cuando fue convocado por el presidente Richard Nixon en 1969 para desempeñarse como asesor de seguridad nacional y, posteriormente, como secretario de Estado. Esta posición lo catapultó como una figura dominante en la diplomacia durante la presidencia de Nixon y la posterior de Gerald Ford, entre 1973 y 1977.
Fue arquitecto clave de la distensión con la Unión Soviética y del acercamiento con China, orquestando la histórica visita de Nixon a Pekín en 1972. Durante este tiempo, simultáneamente a los bombardeos en Hanoi, llevó a cabo conversaciones secretas con Le Duc Tho en busca de un acuerdo para poner fin a la Guerra de Vietnam, culminando en un cese el fuego que le otorgó el Premio Nobel de la Paz en 1973, una distinción rodeada de controversia. Ahora descansa en paz.