La mayoría de gente que sueñan con ganar el premio gordo en la lotería lo hacen atraídos por una vida de lujo en la que puedan gastar ese dinero con facilidad y sentarse a disfrutar de la vida. Sueñan con grandes casas, autos deportivos de las mejores marcas, ropa de diseñador y viajes de lujo alrededor del mundo. Pero no para Thomas Yi, de Florida, Estados Unidos.
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Sin embargo, hay quien piensa que la mejor manera de invertir el dinero ganado es seguir haciendo su vida normal; es decir, que tener una fortuna no es sinónimo de holgazanear, sino que es el colchón para tener la parte económica cubierta y así poder dedicarse a lo que verdaderamente le interesa.
Eso es lo que ha decidido uno de los últimos millonarios que ha dado la lotería de Estados Unidos. Se llama Thomas Yi, tiene apenas 23 años, y ha entrado en la historia de los juegos de azar de EEUU por ser el único ganador de la Powerball, uno de los juegos de lotería más famosos del país del Tío Sam.
Según el diario Miami Herald, Thomas Yi ha ganado cerca de US$235 millones. Lo hizo en la lotería que se realizó el pasado 27 de marzo, pero recién hoy se ha conocido su identidad, como sucede en la mayoría de los estados de EEUU, que obligan a los ganadores de la lotería a publicar su nombre.
En EEUU se puede cobrar el premio de dos maneras: de manera instantánea, que lleva una carga importante de impuestos, o prorrateando el premio en 30 años, con lo que se cobraría de forma íntegra. Thomas Yi eligió la primera opción, por lo que su cheque ha ascendido a US$160 millones.
Pero lo que más ha sorprendido del caso es que, pese a sus 23 años, tiene claro que no dejará sus estudios. Thomas ha explicado que piensa terminar la carrera que está estudiando actualmente y que, en el futuro, le gustaría invertir parte de su premio en crear un negocio relacionado con la medicina.
“Incluso después de acertar los seis números, estaba incrédulo y llevé mi boleto a un minorista para que lo revisaran”, dijo Thomas a la lotería de la Florida. “El empleado del mostrador se emocionó instantáneamente y repitió que había ganado el premio mayor de US$235 millones. Entonces supe que esto me cambiaría la vida”.
La suerte de Thomas fue también la de la tienda donde compró el boleto ganador, ya que recibirá un premio de US$95.000. Se encuentra en Lutz, una pequeña población de apenas 20.000 habitantes y, desde ahora, será uno de los lugares más frecuentados por sus vecinos a la hora de sellar sus boletos de la suerte.