Si bien Kim Kardashian y Kanye West no han dicho nada sobre su divorcio, se conoce que están al borde de la separación tras ocho años de matrimonio que incluye cuatro hijos y millones de dólares en juego.
Quien está a cargo de la separación es la temida abogada Laura Wasser, quien ha representado en el pasado a Angelina Jolie, Britney Spears y más celebridades en los mismos procesos.
Esta vez se dio a conocer que el músico y la empresaria firmaron un contrato prenupcial en marzo del 2014, dos meses antes de su boda en Florencia, Italia. Según dicho acuerdo, la influencer recibirá un millón de dólares por año de matrimonio con West con un límite de 10 millones.
Ella puede conservar todas las joyas y regalos que su exesposo le haya dado. Además, de ser la beneficiaria de un seguro de vida de 20 millones del rapero, así lo señaló el portal Radar Online.
Sin embargo, dicho convenio ya no beneficiaría a la pareja, pues en ese momento momento no eran tan ricos. En el 2014, el rapero contaba con una fortuna de 100 millones, contra los 40 millones de su esposa. Ahora Kim posee 780 millones y West, 1.300 millones.
La mansión de la pareja en California también sería una “pelea” aparte, pues la propiedad costó 40 millones y gastaron 20 millones en renovaciones que la dejaron como una de las casas más lujosas de la zona. Inmueble que la celebridad quisiera mantener y West, también.
Por otro lado, un caso que aún se debe estudiar, con mucho más cuidado, es la custodia de los hijos: North de 7, Saint de 5, Chicago de 2 y Psalm de 19 meses.
La pareja ya tendría vidas separadas. Este sería el tercer divorcio para la estrella de “Keeping up with the Kardashians”, anteriormente estuvo casada con el jugador de la NBA Kris Humphries y el productor musical Damon Thomas.