No cabe la menor duda que Lionel Messi y Antonella Roccuzzo son una de las parejas más sólidas del mundo deportivo, algo que queda reflejado cuando ambos derrochan su amor en redes sociales y cuanto evento se les ve juntos. Debido a que ella nunca le ha soltado la mano a uno de los mejores futbolistas del planeta, aún en sus momentos más complicados, te contamos cómo inició su relación, que data desde que eran niños.
A continuación, su conmovedora historia de amor que supo afrontar diversos obstáculos como el tiempo y la distancia, pero que se convirtió con el paso de los años en uno de los más fuertes.
Lionel Messi y Antonella Roccuzzo nacieron en Rosario, provincia de Santa Fe, pero al crecer en el seno de familias con ingresos económicos muy distintos, sus caminos parecían que jamás iban a cruzarse. Mientras ella estudiaba en el Centro Educativo Latinoamericano, un colegio elitista, y practicaba gimnasia rítmica en el Club de Gimnasia y Esgrima, él asistía a la escuela primaria N° 66 General Las Heras y solía pasar sus horas libres jugando fútbol en las calles.
¿A qué se debía esto? Pues Antonella era hija de los dueños de la cadena de supermercados Único, y debido a los ingresos de su familia, la joven - quien era la mediana de tres hermanas: Paula, una abogada, y Carla, una doctora - solía vacacionar con sus seres queridos en diferentes países como Brasil, Cuba o Estados Unidos. Para Lionel, las cosas fueron distintas, pero igual llenas de amor, ya que incentivado por su abuela materna comenzó a ver al balón como su mejor amigo desde que aprendió a caminar y a los cuatro años ya jugaba en el club Abanderado Grandoli, del barrio del mismo nombre, a pocas cuadras de su casa.
Siendo una niña, Antonella y sus hermanas iban a divertirse a la casa de su primo Lucas Scaglia Roccuzzo, quien también jugaba fútbol en las categorías inferiores de Newell’s Old Boys, equipo que coincidentemente fichó a Lionel, de siete años, en 1994. Ambos eran grandes amigos, tanto así que el menor invitó al futuro crack pasar unos días con su familia en la playa Punta Mogotes en Mar del Plata. Cuando llegaron, ambos cruzaron miradas por primera vez y él terminó perdidamente enamorado de ella. Para ese entonces, Messi tenía solo nueve años.
Debido a su corta edad, el futbolista no le confesó sus sentimientos, por lo que escribía cartas donde le declaraba su amor, que en ese entonces jamás se animó a dárselas. Se convirtieron en buenos amigos, pero cuando ‘La Pulga’ cumplió 11 años le diagnosticaron una deficiencia de la hormona del crecimiento. Su padre buscó por todos los medios conseguir un club que solventara el tratamiento de su hijo, algo que consiguió cuando Lio tenía 13 años, edad en la que viajó a España para hacer una prueba con el Club Barcelona, demostrando que en futuro no muy lejano se convertiría en una estrella.
Ante su fichaje instantáneo, Messi tuvo que trasladarse a España para deleitar con su gran talento y habilidad con la pelota. Si bien, se sentía feliz por lo que estaba logrando, parte de su ser y corazón se quedó en Rosario, pues no podía olvidar a la muchacha que lo cautivó.
Mientras él estaba en otro continente, Antonella siguió con su vida y tuvo un romance de tres años con un compañero de colegio, aunque nunca olvidó a Lionel.
Pasaron cuatro años para que, por cosas del destino, sus caminos nuevamente se encuentren, aunque en un momento complicado, pues la mejor amiga de Antonella había fallecido en un accidente de tránsito. Ni bien se enteró de la tragedia, el jugador no dudó en viajar de inmediato para consolar a la joven. Desde ese momento, formarían una relación que se consolidó con el paso de los años.
Como debía continuar con sus responsabilidades, Messi retornó a España y ella se quedó en Argentina para terminar el Bachillerato en Humanidades y Ciencias Sociales, para luego estudiar Odontología en la Universidad Nacional de Rosario, que al final abandonó por centrarse en Comunicación Social, del que solo estudió un curso.
Aunque Antonella ya había contado a sus amigas sobre la relación que tenía con Lionel, el propio Messi oficializó todo en 2009 durante una entrevista. Cuando le consultaron si tenía novia, no dudó en señalar que sí y se encontraba en Argentina. Para ese entonces, él tenía 21 años y ella, 20.
Tras abandonar sus estudios, Roccuzzo no dudó y decidió darle el alcance al amor de su vida. Así fue como viajó a España y se instaló en la casa del jugador. Mientras él entrenaba, ella tenía clases de inglés, iba al gimnasio y acompañaba en sus viajes al futbolista. Era 2010.
La alegría a su historia de amor se incrementó más cuando Lionel Messi y Antonella Roccuzzo se convirtieron en padres. Thiago Messi nació el 2 de noviembre de 2012, pero la familia crecería en los siguientes años con la llegada de Mateo, el 11 de septiembre de 2015, y Ciro, el 11 de marzo de 2018.
El 30 de junio de 2017, Messi y Roccuzzo deciden casarse en la ciudad que vio nacer su nacer su amor: Rosario. La boda civil se realizó en el hotel de lujo City Center Rosario, hasta donde llegaron 260 invitados, entre los que destacaban compañeros del futbolista.
El matrimonio se convirtió en el evento del año. Él lució un esmoquin de Dolce & Gabbana y ella un diseño de Rosa Clará.
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