El Viernes Santo forma parte de una de las conmemoraciones más representativas del cristianismo en el que se recuerda la muerte de Jesús de Nazaret para el perdón de nuestros pecados.
Este día, las imágenes de los templos cristianos son cubiertas por un manto y el rito católico es muy sobrio. En tanto, los fieles guardan ayuno y abstinencia de carne como parte de su penitencia.
Si bien, conocemos que esta fecha forma parte de la Semana Santa, son varios los que se preguntan cuál es su historia y qué significa realmente. Si aún no lo sabes, en los siguientes párrafos te los detallamos.
Para empezar, tenemos que precisar que el Viernes Santo forma parte de la celebración del Triduo Pascual, que es el centro de todo el año litúrgico por conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Centrándonos en el Viernes Santo, se recuerda la crucifixión de Jesús de Nazaret en el Monte Calvario, después de que fue condenado a muerte por la multitud. En aquella ocasión, Poncio Pilato al no hallarlo culpable se “lavó las manos” y para no sentir responsabilidad en el derramamiento de la sangre de un inocente, delegó todo a la gente que debía escoger entre Jesús o Barrabás.
Al saber que Jesucristo saldría librado de todo, los sumos sacerdotes conspiraron contra él. Junto a Jesús fueron crucificados dos ladrones, a los que llamaron uno bueno y otro malo. Mientras este último cuestionaba y le pedía que se salve a sí mismo y a ellos, el otro lo refutaba y aseguraba que la pena que los dos recibieron era justa, pero la del Hijo de Dios no, por lo que le pidió que cuando llegue a su reino se acuerde de él.
Tras oírlo, Jesús le contestó: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”, una de las siete palabras que pronunció antes de su morir a los 33 años a las 3 de la tarde.
José de Arimatea, quien había seguido la muerte de Jesús, quiso asegurarse de que se cumpliera los requisitos de la ley judía para darle un entierro honorable. Con Nicodemo piden el cuerpo, lo limpian, ungen con aceite, envuelven en telas de lino y echan especies aromáticas para dejarlo en el sepulcro.
El Viernes Santo significa que Jesús de Nazaret murió crucificado para el perdón de nuestros pecados.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”, se lee en Juan 3:16.
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