El Perú es un país costumbrista, es decir, los peruanos tenemos tradiciones que han ido de generación en generación y que se mantienen hasta la actualidad. Una de estas costumbres es comer el conocido turrón de Doña Pepa -postre hecho a base de masa de harina, yema de huevo, manteca, sésamo y anís, y que una vez horneado en forma de barras es decorado con miel y pequeños caramelos de colores- en octubre. Si bien se puede disfrutar de este delicioso dulce en cualquier ocasión, es particularmente en este mes que su producción y las ventas se disparan. En esta nota que hemos preparado en Depor te vamos a explicar por qué se come turrón en octubre en nuestro país.
Cuenta la historia que la creadora de este exquisito postre, que llegó en el siglo XVII, fue la esclava Josefa Marmanillo, quien era conocida como doña Pepa, una afroperuana, que vivía en Cañete y poseía un gran talento para la cocina.
Ella tenía una extraña enfermedad que le producía parálisis en los brazos y manos, lo cual le impedía cocinar como siempre lo hacía. Al escuchar los rumores sobre los milagros del Cristo Moreno, viajó a Lima para pedirle que la curara.
Luego que le fuera concedido lo que pidió con mucha fe y devoción, decidió crear un postre colorido en agradecimiento al Señor de los Milagros, al que en la actualidad llamamos turrón de Doña Pepa.
Lo curioso es que doña Josefa ofrecía este postre a todos los devotos que asistían a la iglesia de La Nazarenas y desde ahí, el turrón se hizo muy conocido y se volvió una tradición su consumo, sobre todo en el mes de octubre.
Hay otras historias que hablan del origen del turrón de Doña Pepa. Algunas investigadores atribuyen su creación a una cocinera morena, casada con un señor de apellido Cobos, antiguo empleado de la Beneficencia Pública. Josefa era su verdadero nombre y era especialista en preparar sabrosos picantes.
Según Antolín Bedoya Villacorta, jefe del archivo histórico del desaparecido ministerio de Hacienda, la autora de los tradicionales turrones de doña Pepa era otra mujer que también se llamaba Josefa y que figuraba en los registros de establecimientos comerciales del siglo XIX.
“El documento O.L 359-657 que se guarda en el Archivo Histórico del Ministerio de Hacienda nos permite identificar a la maestra autora de los famosos turrones de Doña Pepa, por la que se interesan tantos estudiosos. Por lo que dice el libro de matrícula del año 1880, Josefa Piérola, una buena mujer mulata liberta de refinado gusto, regentaba la pastelería que fue de don José Piélago”, señaló Bedoya en una crónica publicada en 1952 en el diario El Comercio.
Sea quien haya sido la creadora del turrón de Doña Pepa, desde un inicio este exquisito dulce estuvo ligado a la procesión del Señor de los Milagros. En el siglo XIX, durante los recorridos de la imagen se podían escuchar el pregón de los turroneros: “¡Los buenos turrones de Doña Pepa!”
La preparación que se caracteriza por estar hecha a base de harina de trigo, manteca, huevo y miel y grageas multicolores, es una tradición que se ha quedado entre los peruanos desde hace más de tres siglos y obviamente continuará por muchos más.
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