Han pasado más de 31 años de su partida y el recuerdo de Ramon Valdés, más recordado como Don Ramón en ‘El chavo del ocho’, sigue vigente. A pesar de los momentos agradables que hizo, y aún hace, pasar a muchas generaciones, varios se preguntan por qué a su velorio y entierro no llegó a ir Roberto Gómez Bolaños, el popular ‘Chespirito’.
Sí, aunque parezca increíble creerlo, la persona que lo invitó a formar parte de su elenco no asistió al responso funerario de este gran personaje, allá por el año de 1988. Tiempo después se pesó de no haberlo hecho, pero era demasiado tarde.
A pesar de que no se tiene nada claro sobre el motivo que habría llevado a Gómez Bolaños no presentarse para despedir a su amigo, varios de los seguidores de este exitoso programa televisivo han dado a conocer diversas versiones.
Mientras que algunos señalan que el comediante no acudió al velorio porque tenía muchas obligaciones que cumplir, otros aseguran que la verdadera razón de su ausencia fue porque Florinda Meza se lo habría prohibido.
Como se sabe la relación que tuvo Ramón Valdés con la popular Doña Florinda no fue muy buena, al punto de que el actor cómico tuvo que renunciar al programa televisivo, después de 9 años de pertenecer a este, cuando se encontraba en pleno auge.
Esteban Valdés, hijo del actor, declaró que la salida de su padre se debió a que Florinda Meza quería tener el control absoluto del programa. Esta situación le habría causado incomodidad, pues prefería recibir órdenes únicamente de Gómez Bolaños, a quien le debía su fama.
Incluso Meza en una oportunidad manifestó que nunca fue amiga de Valdés. “Era extraordinario, lindo, divertido. Pero fuera del programa era muy difícil verlo, porque él tenía su grupo de amigos y los que viven lo pueden decir, nos llevábamos muy bien”, dijo al programa Hoy.
Sin embargo, no era el único con quien no habría mantenido una buena relación, pues cuando murió se esposo Chespirito no permitió el ingreso de Carlos Villagrán al homenaje póstumo. Según se dio a conocer para evitar polémicas, pues como se recuerda, el actor que interpretó a Kiko tuvo una relación con Florinda, pero la pareja se habría separado supuestamente por intervención de Gómez Bolaños.
Por estas razones, muchos de los seguidores de ‘El chavo del ocho’ y Don Ramón aseguran que Chespirito fue impedido de ir al velorio de su amigo.
María Antonieta de las Nieves tampoco asistió al funeral de Ramón Valdés en los Mausoleos el Ángel, pero esto fue a raíz de que se encontraba de gira con su circo en Perú.
Al conocer la noticia fue una de las más afectadas y lamentó mucho no haber estado con él en sus últimos momentos de vida, pues durante varios años compartió rol Don Ramón, quien era su padre en la ficción.
Entre quienes dieron el pésame fueron algunos de sus compañeros como Carlos Villagrán, Édgar Vivar, Rubén Aguirre, Horacio Gómez y Angelines Fernández.
A pesar de que, en varios sketches Don Ramón cuidó con esmero la salud de su hija “Chilindrina”, lamentablemente en la vida real desatendió la suya; pues Valdés tenía un gran problema: su adicción al tabaco. Él solía fumar incluso durante la grabación de los diferentes programas de “Chespirito”, lo que le causó cáncer de estómago y que le fue detectado a inicios de los años 80.
Dicen que Emilio Azcárraga Milmo, presidente de Televisa, había prohibido a todo el personal fumar dentro de las instalaciones, pero se lo permitió a Ramón por su estrecha amistad.
Debido al mal fue operado y los médicos le aconsejaron, aunque más le rogaron, que dejara los cigarrillos, pero no hizo caso y continuó haciéndolo; incluso en su habitación del hospital.
Lamentablemente, su adicción le trajo consecuencias y en 1985 fue sometido a una cirugía del estómago para reducirlo a la tercera parte; sin embargo, ya era demasiado tarde: el cáncer había hecho metástasis en su médula espinal. Por ese motivo, médicamente fue desahuciado y le dijeron que le quedaba solamente seis meses de vida, pero vivió tres años más.
Durante este tiempo, Don Ramón recibió solo ciertos cuidados paliativos, pero la situación se fue complicando con el paso del tiempo.
Su cuerpo no resistió más y después de dos semanas de quedar sedado para evitar el dolor, falleció el 9 de agosto de 1988, a los 64 años.