Un cliente que compró un cuadro de una tienda de segunda mano en Columbia Británica, Canadá, por 96 dólares ha descubierto que la pieza podría valer más de 20.000 dólares. Todo se debe a la firma mal escrita de su autor, Wijmer, y varias manchas de óleo en el lienzo que demostraban pertenecer a una pieza original de arte. La historia es viral en las redes sociales.
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Stephen Burgess pasaba por la sección de obras de arte de una tienda de segunda mano llamada Value Village en la localidad de Courtenay, cuando le gustó una obra en particular que tenía un llamativo marco dorado y ornamental que enmarcaba una pintura antigua que tenía una firma que decía: “A.Wilmer”. No dudó un segundo y Burgess decidió comprar el cuadro por 96 dólares.
Al llegar a su casa, el hombre de Columbia Británica decidió investigar un poco sobre la pintura que acababa de adquirir y se percató de que algo no cuadraba entre la firma que aparecía en el cuadro, “Wijmer”, y la firma de la placa metálica en la parte delantera de la pieza de arte, “A. Wilmer”.
Por un momento creyó que se trataba de una copia impresa producida en serie, pero cuando separó el marco se dio cuenta de que en el reverso del lienzo había un sello de Múnich, Alemania, y varias pinceladas de óleo en el borde del lienzo bajo el marco. Todos esos detalles hacían pensar que se trataba de una pieza de arte original que dependiendo del autor podía valer miles de dólares.
Y así fue. Tras la sorpresa inicial y hacer una comprobación mediante Google, Burgess vio que se trataba del artista holandés Gerritjen Wijmer (1870), cuyas obras según el estado y el tamaño pueden venderse entre 20.000 y casi 350.000 dólares, según informa el medio Comox Valley Record.
Una de las obras más famosas del artista holandés Wijmer es Niebla de montaña, que se vendió en una casa de subastas por un valor de 200.000 dólares, una cifra bastante elevado si tenemos en cuenta que en el caso del protagonista de esta historia se ha podido comprar una pieza del mismo autor por apenas 96 dólares.
Ahora Burgess espera que un tasador profesional evalúe la pintura y, en el caso de que fuera valiosa, la subastará y donará los fondos a la organización de medicina paliativa Comox Valley Hospice Society.