Wolverine es un mutante que se caracteriza por tener capacidades físicas mejoradas, tres garras retractiles, huesos de adamantium y una gran capacidad de regeneración, lo que le ha permitido sobrevivir a los distintos ataques de sus enemigos. Lesiones y mutilaciones que para una persona normal podría significar la muerte para Logan son solo algunos momentos de dolor, bueno, también uno que otro trauma emocional.
Logan ha logrado vencer a la muerte en repetidas ocasiones, por ejemplo, cuando Hulk lo partió por la mitad, lo quemó hasta los huesos, cuando el rayo de Thor lo golpeó, el Punisher lo aplastó bajo una apisonadora y los Reavers lo crucificaron.
La última hazaña de Wolverine se registró en el cómic X-Force #5, donde el miembro de los X-Men fue divido a la mitad luego de que el portal que solía llegar a Krakoa se cerró mientras los invasores intentaban cruzarlo y destruir el paraíso mutante. Kid Omega tiene el mismo destino y pierda una parte de la cabeza.
A pesar de solo tener la mitad inferior, Logan no se detiene, todo lo contrario, va tras los invasores, con lo que le queda de su cuerpo intenta matar a dos de sus enemigos, pero ellos comienzan a disparar contra el con una ametralladora.
Tras ese ataque, queda aún menos de Wolverine, su mitad superior está mutilada y llena de agujeros de bala. Sin embargo, el héroe sigue empecinado en acabar con los dos solados hasta que llega Forge y lo detiene “hasta que esas tripas sanen y tu cuerda giratoria se fusione”.
En ese momento, aparece Domino y termina con el trabajo que Logan dejó a medias e incinera a los invasores.
Más tarde, mientras Wolverine se recupera bebe un merecido whisky y habla con Domino, quien en el pasado experimentó una mutilación corporal similar. “Se siente como un pedazo de mierda, pero estaré bien. Con el tiempo”, explica Logan.
Cuando Domino le pregunta cómo está mentalmente, y él asegura que “esos no sanan tan bien”, pero que el whisky ayuda a adormecer el dolor.