Los espejos son un invento asombroso sino pregúntaselo a los vanidosos. Bromas aparte, cuando usas frente a un espejo una prenda de vestir con alguna frase estampada, las palabras se ven reflejadas al revés pero nunca de cabeza. ¿Cómo es eso posible? El canal minutephysics en YouTube ofreció una explicación divertida a través de un video que se volvió viral en el acto.
La respuesta es simple: los espejos no son los que los voltean horizontalmente o verticalmente los textos. Para demostrar su punto, los objetos colocados frente a un espejo se quedan mirando hacia la dirección en la que fueron colocados (todo lo que está mirando a la izquierda, se queda en la izquierda y así sucesivamente).
El video de YouTube muestra que lo único que sí se invierte es la dirección hacia dentro o hacia fuera del espejo, es decir, que las cosas más cerca de nosotros se ven reflejadas más lejos y viceversa. En conclusión: los espejos no voltean las cosas horizontalmente ni verticalmente sino la profundidad, o sea, las voltea hacia adentro o hacia afuera.
Los espejos invierten el adentro y afuera porque reflejan la luz de acuerdo al principio de la reflexión especular, que es cuando la luz dirigida en un ángulo determinado rebota en un ángulo similar. Esto quiere decir que tras ser repelida, la luz no se comporta de manera diferente de lo que hubiera sido si en lugar de un espejo hubiera una ventana.
Entonces, ¿qué hay del volteo horizontal? Pues basta escribir algo sobre una superficie transparente para ver cuando una palabra se lee de izquierda a derecha, su reflejo también se leerá de la misma forma. La razón por la que las palabras se ven invertidas en los espejos es porque estos no son los que las voltean sino nosotros.
Las palabras, como es de esperarse, tienden a ser impresas o escritas en objetos que deben ser volteados hacia un espejo para poder verse reflejados. Nosotros somos los que volteamos las palabras y normalmente lo hacemos de izquierda a derecha. ¡Podríamos voltearlas verticalmente, en tal caso la palabra se vería de cabeza y no invertida de izquierda a derecha!
Nuevamente, no es culpa del espejo. Si la palabra está volteada frente a uno, probablemente haya sido volteada hacia fuera de este también. Normalmente uno no se percata que la palabra está volteada hacia afuera porque el ser humano no puede ver a través de los objetos sólidos, es decir, tiene que ir al otro lado del objeto y darse la vuelta.
Sin embargo, esto cambia a menos que se tenga varios espejos. En ese caso, hacia dentro o hacia afuera se invertirá en dos direcciones diferentes, combinándose para significar que las cosas de la izquierda se muestran a la derecha y las cosas a la derecha se muestran a la izquierda o, si se giran los espejos, arriba se vuelve para abajo y viceversa.
Así que si escuchas a alguien decir que los espejos no voltean las cosas de izquierda a derecha no está del todo equivocado ya que aquello se puede si se tienen varios a disposición pero nunca con uno solo. Un único espejo se vale de las personas que tiene enfrente para que “voltee” los objetos que refleje.