Uno de los elementos que acompañó la niñez y adolescencia de muchos millennials fue la goma de mascar; y la marca que sobresalía frente a las demás en el Perú y también en el mundo fue Bubbaloo. ¿Qué tenía de especial? Fue el único chicle con centro líquido, algo icónico y revolucionario en 1983, año en que llegó al mercado global y al peruano.
Cadbury Adams lanzó esta marca con el sabor Tutti Frutti, aunque pronto se incorporaron otras presentaciones, como fresa, plátano, manzana verde, cereza, menta y más. Otro elemento diferenciador fue su mascota ‘Bubba’, un gato tuxedo (blanco y negro) de contextura delgada y lentes oscuros que se lucía en cada empaque.
Para 2016, Mondelez Internacional adquirió Cadbury Adams, sumando a Bubbaloo dentro de su portafolio y logrando que la marca llegue a 25 países de Latinoamérica y Europa. En Perú, el mercado de las gomas de mascar mueve un total de 483.3 millones de soles, siendo Bubbaloo el líder en su categoría (chicles bomba) y la tercera marca preferida por los peruanos (con un 8.3% del mercado), según el último informe de Euromonitor.
Esta es una muestra de cómo las gomas de mascar son parte de nuestra vida, un hecho importante a recordar, en especial, porque este 13 de enero se celebra el Día Mundial del Chicle. Aunque se desconoce con exactitud cómo nació esta iniciativa, lo cierto es que más peruanos prefieren acompañar sus actividades cotidianas con gomas de mascar.
Si bien el disfrutar de las texturas y sabores es importante para los usuarios, no se puede dejar de lado los beneficios que tiene el masticar chicles, por ejemplo:
- Disminución de los niveles de estrés e incremento de la concentración: según Joyce Martinez Gallindo, PhD en Neurociencias, la acción de masticar chicles modula la activación de diversas redes neuronales en el cerebro.
- Mayor flujo sanguíneo en el cerebro: la odontóloga Luz María Montoya de Greiff indica que “la costumbre de masticar aumenta la frecuencia cardíaca en tres latidos por minuto, por lo que el cerebro recibe mayor flujo de sangre”.
- Limita la ingesta de calorías: Montoya también señala que se puede quemar entre 8 y 12 calorías por hora masticando chicle, pues esta acción libera insulina como un reflejo condicionado, sustancia que, además de procesar los azúcares que se ingieren, está relacionada con la prevención de Alzheimer.
De acuerdo con el último informe de State of Snacking, elaborado por Mondelez Internacional en colaboración con The Harris Poll, el 68% de los consumidores globales suelen buscar snacks que evoquen recuerdos de la infancia o experiencias pasadas. Bubbaloo es una de esas marcas nostálgicas, aunque se mantiene vigente gracias a sus innovaciones en sabores y presentaciones, como el formato en rollo que lanzarán este 2025.