En los últimos años, las bodegas peruanas se han subido a una tendencia en crecimiento: los espacios ‘pet friendly’, un concepto que permite atender a los clientes habituales y también a sus mascotas en un solo lugar. Y es que, en el Perú, donde, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), 6 de cada 10 hogares urbanos tienen al menos una mascota, esto representa una oportunidad que merece la pena aprovechar.
Uno de los beneficios de adaptar una bodega a esta tendencia es la fidelización. Según un estudio de Euromonitor sobre el mercado de productos para mascotas, este ha crecido en nuestro país un 12% anual en los últimos cinco años, lo que refleja el gran potencial de este sector. Aquí las bodegas que ofrecen alimentos, juguetes y otros productos para los amigos peludos pueden aprovechar para aumentar sus clientes.
Sin embargo, esta oportunidad trae consigo desafíos. Las bodegas, que suelen contar con presupuestos limitados, ven complejo intentar competir contra grandes cadenas y tiendas especializadas, que pueden ofrecer una mayor variedad de productos a diferentes precios. Ante esta situación, la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú (Agremub) plantea una alternativa.
“No podemos competir contra los supermercados o tiendas especializadas de mascotas, pero sí podemos enfocarnos en la cercanía que tenemos con nuestros clientes. Ellos nos conocen y nosotras a sus mascotas, por lo que podemos enfocarnos en sus necesidades, con un servicio más personalizado, ya que sabemos de sus preferencias al comprar”, señaló Karla Pacheco, presidenta de la célula Lima Norte de Agremub.
Espacios ‘pet friendly’
La adaptación del ambiente físico es otro factor importante. Si bien no todas las bodegas tienen espacio suficiente para crear áreas de descanso o exhibir toda la gama de productos para mascotas que poseen, se puede optar por pequeños ajustes. Aquí Karla Pacheco brinda algunas recomendaciones:
- Incluir un dispensador de agua para animales: Muchos clientes entran a las bodegas para comprar artículos de primera necesidad o por algún antojo, así que tener agua para las mascotas sería como una recompensa o incentivo.
- No importa el tamaño, sino la presentación: Tener un estante con productos especializados para mascotas (desde comida hasta ropita en tendencia) y que sea llamativo atraerá a más clientes y generará un gran impacto en ellos.
- Atención personalizada: Los bodegueros conocen a sus clientes y sus necesidades, por lo que la decisión de compra puede definirse en la atención personalizada que reciban y el trato amable a sus compañeros peludos, para que estos se sientan bienvenidos y cuidados.