Stanley Martin Lieber, conocido mundialmente como Stan Lee, fue un hombre cuya grandeza es resultado de su pasión por escribir sin importar dónde.
Cuando tenía 17 años, Stan Lee trabajó en Associated Press escribiendo obituarios para gente viva, una práctica común en la década de 1930 para anticiparse a la muerte de una celebridad.
Por fortuna, a los meses entró al Timely Comic, futura Marvel, donde empezó su carrera en las historietas.
Allí fue que su personalidad llegó a los cómics a partir de su sensibilidad. Siempre decía que sus personajes no eran semidioses, sino simples humanos afectados por los conflictos de la vida cotidiana.
Su pasión lo llevó, incluso, a colaborar en DC Comics con ‘Just Imagine’ (2001), reinventando a Batman, Superman, Flash, entre otros personajes.