De su afilada hoja nacerán nuestros mejores platillos, y su afilado determinará cuan agradable será la experiencia cada vez que piquemos, cortemos, rebanemos o trocemos alimentos. Un mal cuchillo puede hacer que cocinar sea un verdadero dolor de cabeza. Por eso hoy en Depor te dejo unos tips y consejos para lavar, guardar y afilar tus cuchillos de cocina.
Sin embargo, no basta con comprar un cuchillo fiable. Tan importante como esa inversión es el tiempo y el esfuerzo que dedicamos a cuidarlo, dándole la limpieza, el espacio y el afilado que requiere. He aquí las principales preocupaciones que deben abordarse con esta importante herramienta de cocina.
¿Cómo se deben de lavar los cuchillos?
Limpiar un cuchillo de cocina no requiere de mucha ciencia: los únicos materiales necesarios son una esponja, líquido lavavajillas y agua, de preferencia tibia, pero se requiere disciplina, ya que el cuchillo nunca debe dejarse sucio de un día para otro, y mucho menos sumergido en el fregadero con el resto de los trastes.
Por supuesto, nada de esto sirve si tras el lavado no secamos el cuchillo inmediatamente. Aquí tampoco hay técnicas especiales ni fórmula secreta: solo hay que pasarle un paño limpio o una toalla de papel hasta que no quede ningún resto de humedad.
¿Dónde se guardan los cuchillos?
Para que el filo del cuchillo perdure por más tiempo, nunca hay que dejarlos en un cajón junto a cubiertos o utensilios de cocina. La razón: el roce con otros metales, al abrir y cerrar el cajón, puede desgastar y rayar la hoja. Además, con un cuchillo en un cajón puedes cortarte la mano al buscarlo.
Una manera eficiente de guardar los cuchillos es con una barra imantada. Tanto porque ahorra espacio como porque mantiene el cuchillo fijo y sin roce alguno. Pero si no hay posibilidad de poner una, los llamados tacos de cuchillos son una alternativa: mantienen lo cuchillos en un lugar seguro.
¿Cómo es la mejor forma de afilar un cuchillo?
Una de las formas para afilar un cuchillo es utilizando una chaira. Se trata de una barra cilíndrica de acero específicamente diseñada para el afilado de cuchillos. Seguro que en alguna ocasión habrás visto a un carnicero afilar sus cuchillos o hachas con este elemento.
Hay que agarrar bien la chaira para que no se nos escape y debemos hacerlo siempre por detrás del mango. Para el afilado del cuchillo debemos comenzar desde la parte más cercana al mango y acabando en la punta. Hay que deslizar el cuchillo por toda la superficie de la chaira. Se deben repetir los movimientos de forma constante y a buen ritmo, repitiendo varias veces por cada lado del cuchillo.