Hyundai está un -gran- paso adelante del resto de fabricantes. Antes de que cuestionen esta premisa, les explicamos el motivo por el que la coreana va un peldaño más arriba si de industria automotriz hablamos.
Hace poco más de diez años, Hyundai decidió que era importante empezar a cumplir con las normas de emisiones y, además, marcar una pauta en cuanto a la seguridad y comportamiento dinámico de sus autos.
Para hacer esto posible, la marca necesitaba, entre otras cosas, el mejor acero: uno que sea de alta resistencia, sólido, pero a la vez ligero, y, por encima de todo, que este tenga un precio razonable. Así fue como nació Hyundai Steel, una planta siderúrgica con la que la marca se convirtió en la única en producir su propio acero para la fabricación de sus vehículos.
El hecho de que el mismo fabricante produzca su propio acero representa una gran ventaja para toda su gama, entre la que encontramos la más reciente novedad de la marca en el mercado peruano: el Hyundai i30. En su tercera generación, el hatchback de tintes europeos, que la firma coreana lanzó por primera vez en 2007, vuelve a superarse a sí mismo gracias a varios factores, entre ellos, precisamente, al uso de acero, que juega un papel importantísimo en esta interesante evolución del i30.
EL ACTOR PRINCIPAL
Hyundai se ha preocupado mucho en el dinamismo de este auto. De hecho, hace poco lanzó la versión más deportiva, denominada i30 N, pero esa es otra historia. Lo cierto es que el uso de acero de alta resistencia casi se duplicó respecto a la generación anterior.
Ahora, hay un 53 % de acero, lo cual influyó en que el peso del auto se reduzca en 28 kilogramos, lo que se traduce en agilidad, ergo dinamismo de conducción. Además, la rigidez aumentó un 22 %, factor que aporta mucho en la seguridad, ya que habrá una mayor absorción de energía en caso de impacto.
En la galería adjunta, conoce más detalles de esta nueva generación del i30. En la edición 643 de Ruedas&Tuercas puedes leer la reseña completa del Hyundai i30.