Ansu Fati está disputando su tercera temporada con el primer equipo del FC Barcelona. (Foto: Getty Images)
Ansu Fati está disputando su tercera temporada con el primer equipo del FC Barcelona. (Foto: Getty Images)

En tiempos donde el intenta no aferrarse a los recuerdos de para enfrentarse a su presente, parecía imposible que a lo lejos iba a aparecer una luz de esperanza para ver el camino menos sombrío. “Nos refugiamos en la nostalgia cuando sentimos que nos abandona la esperanza, porque la esperanza exige audacia y la nostalgia no exige nada”, escribió Eduardo Galeano en 2007, utilizando el fútbol como metáfora. Y es que esa alusión del escritor uruguayo queda perfecto para describir el retorno de a las canchas después de 321 días, pues con su gol al Levante en el último fin de semana confirmó que es la esperanza viva del conjunto azulgrana, que ve como su nostalgia se difumina a lo lejos en los cielos de París.

La nostalgia –como dice Galeno– “no exige nada”, y sin la ‘Pulga’ en el equipo, es más fácil evocarlo viendo sus videos en YouTube que imaginando que nunca se fue y todo esto es parte de un mal sueño. La esperanza, en cambio, “exige audacia” para existir. Esa audacia que se había marchado con el argentino al Parque de los Príncipes, resurgió de los pies de Ansu Fati para renovar la fe de los hinchas en el Camp Nou.

Ansu Fati solo necesitó estar diez minutos en el campo de juego para estrenarse con un gol en la presente temporada. (Foto: AP)
Ansu Fati solo necesitó estar diez minutos en el campo de juego para estrenarse con un gol en la presente temporada. (Foto: AP)

Aunque suene exagerado depositar todas las posibilidades de éxito o fracaso en un futbolista de 18 años, la urgencia de un guía para el desamparado equipo de Ronald Koeman hace que la partida de nacimiento del chico quede a un lado. Ya ni siquiera parece importar que vuelve después de haber estado más de diez meses en inactividad, producto de una lesión en los meniscos y tres tortuosas operaciones. El jugador, por su parte, no se esconde. “Vamos a por la Liga, a por la Champions. Somos el Barça y tenemos que pelear por todo”, declaró tras su eufórico retorno.

De Guinea-Bisáu a La Masía

Para Ansu Fati Vieira (Bisáu, Guinea-Bisáu, 31 de octubre de 2002) el fútbol siempre fue una vía para escapar de las necesidades que había en casa, y no porque le generase ingresos, sino porque le permitía alejarse de la precariedad de uno de los países más pobres del África para encontrar un poco de felicidad corriendo detrás de un balón.

Cuando a los seis años consiguió escapar de esa realidad junto a su madre y sus dos hermanos, su padre los recibió en España en un hogar que había estado construyendo desde mucho antes que él naciera. Una vez instalados en la localidad sevillana de Herrera, el pequeño de los Fati no tardó en demostrar su talento en las calles hasta ingresar a su primer club, la Escuela Peloteros Sierra Sur.

Cuando aún pertenecía a La Masía, Ansu Fati llegó a rechazar una tentadora oferta del Chelsea. (Foto: FC Barcelona)
Cuando aún pertenecía a La Masía, Ansu Fati llegó a rechazar una tentadora oferta del Chelsea. (Foto: FC Barcelona)

Tras un breve paso por el Club Deportivo Herrera, en 2010 fue fichado por el Sevilla para continuar con su etapa formativa. Sin embargo, para el conjunto andaluz fue muy complicado retenerlo por tanto tiempo y dos años después fue transferido a las inferiores del FC Barcelona. Si bien la propuesta económica de los catalanes no fue la mejor –clubes como el Real Madrid, Betis y Zaragoza pusieron más dinero sobre la mesa–, la familia del jugador quedó convencida por el proyecto a largo plazo que le propusieron.

Ansu Fati inició en La Masía en la categoría Alevín A, en donde coincidió con el japonés Takefusa Kubo, fichado posteriormente por el Real Madrid y hoy cedido en el Mallorca. Antes de llegar al equipo B, ambos jugadores conformaron una dupla letal en ataque que contribuyó en la consecución de varios títulos juveniles para los culés.

Ansu Fati siempre enfrentó a chicos de categorías superiores en La Masía. (Foto: FC Barcelona)
Ansu Fati siempre enfrentó a chicos de categorías superiores en La Masía. (Foto: FC Barcelona)

El camino del heredero

El por entonces guineano –años después conseguiría la nacionalidad española– encandiló a cada uno de sus entrenadores, enamorándolos con su velocidad para el regate y esa facilidad para casi siempre tomar la mejor decisión en las jugadas más complejas. “Con Ansu he estado muy poco, pero es desparpajo puro. No tengo ninguna duda de que logrará lo que se proponga, es un asesino del área, es uno de mis reyes, tiene madera de campeón”, dijo hace un tiempo Víctor Valdés, histórico portero del club y uno de sus últimos entrenadores en las filiales antes de pegar el salto a la élite.

El tránsito de Ansu Fati hasta llegar al plante principal fue igual de veloz que su capacidad para desequilibrar por las bandas. Sin que se diera cuenta, un día recibió una llamada mientras estaba yendo a entrenar con el Barcelona B. “Prepárate, Ansu, jugarás en el primer equipo”, le dijeron al otro lado del teléfono. No podía creer que con 16 años ya estuviera recibiendo tamaña responsabilidad.

En su primera temporada, la 2019-20, además de debutar profesionalmente, estableció varios récords. En agosto de 2019 se convirtió en el jugador más joven en marcar un gol con el Barcelona y en toda LaLiga Santander, con 16 años y 304 días. Cuatro meses después hizo lo mismo en la Champions League anotándole un tanto al Inter de Milán con 17 años y 40 días.

No contento con eso, en septiembre de 2020 debutó con la selección absoluta de España en la UEFA Nations League con 17 años y 308, siendo el segundo futbolista más precoz en conseguirlo después de Ángel Zubieta, que en 1936 se puso con la camiseta roja a los 17 años y 283 días. Finalmente, ante Ucrania por el mismo torneo marcó su primer gol como internacional con 17 años y 311 días de edad, el más joven en la historia de la ‘Furia Roja’.

Así como parece sencillo describir el juego de Ansu Fati a través de los números –a la fecha ha marcado 14 goles y servido 3 asistencias en 44 partidos–, en el verde suele derrochar todos sus recursos sobre la banda izquierda, girando y enganchando hacia adentro abrirse espacio en la zona central del ataque. No es un jugador que limite su estilo en una sola zona del campo, pues su anarquía en ataque le permite ser determinando tanto como extremo, enganche y centrodelantero, convirtiéndose en un híbrido muy especial e indescifrable.

Ansu Fati asumió la responsabilidad de heredar la histórica camiseta '10' que había dejado vacante Lionel Messi. (Foto: Getty Images)
Ansu Fati asumió la responsabilidad de heredar la histórica camiseta '10' que había dejado vacante Lionel Messi. (Foto: Getty Images)

Por otro lado, su personalidad y madurez le han dado un sólido sostén para que no se maree ante los elogios ni se desubique ante el asedio mediático por su temprana aparición. “Y este niño, ¿qué? ¿No piensa ir nunca al colegio?”, le bromeaba Luis Suárez cuando aún eran compañeros. Él, respetuoso de los galones del uruguayo, sonreía con respeto. “¿Vas a firmar autógrafos?, ¿Pero tenés firma?”, añadía el hoy jugador del Atlético de Madrid.

Lejos de ser un prejuicio para él, ser señalado por su juventud es solo un ítem irrelevante que lo describe desde el calendario, mas no desde lo que puede hacer con la pelota en los pies. Su madurez, la misma que lo llevó a aceptar la responsabilidad de heredar la ‘10′ de Messi, lo ha encaminado correctamente para no creerse más que nadie, pero especialmente para creer en su propio talento. “Para mí llevar el ‘10′ no es una presión. Es un orgullo llevarlo después de Leo. Agradezco a los capitanes haber podido llevarlo. No es una presión, sino que estoy agradecido por vestir esta camiseta que significa mucho en el club”, comentó.

El FC Barcelona, hoy por hoy, es un equipo en construcción. No ha sido fácil para los catalanes seguir sin el mejor jugador de su historia. Sin embargo, lejos del deprimente y mediocre “es lo que hay” de Ronald Koeman, Ansu Fati invita a los culés a soñar en un futuro menos catastrófico. Por ahora, hasta que se recuperen Pedri, Agüero y Dembélé, él es la única esperanza. Y ya habló: “Somos el Barça y tenemos que pelear por todo”.

Tras un inicio de temporada con muchas dudas, el FC Barcelona deposita todas sus fichas a la consolidación de Ansu Fati pese a sus cortos 18 años. (Foto: Getty Images)
Tras un inicio de temporada con muchas dudas, el FC Barcelona deposita todas sus fichas a la consolidación de Ansu Fati pese a sus cortos 18 años. (Foto: Getty Images)

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