Ángel de la Cruz, la torre íntima de casi dos metros que será el guardián del arco ante Cristal. (Foto: Alianza Lima)
Ángel de la Cruz, la torre íntima de casi dos metros que será el guardián del arco ante Cristal. (Foto: Alianza Lima)

Corría el minuto 25 del partido entre Alianza Lima y ADT en Tarma cuando un pelotazo a la espalda de la defensa blanquiazul encontró a Ángel Quiñónez perfilado hacia el gol. Franco Saravia observó la situación y actuó de inmediato: salió con brazos y piernas en alto, provocando un choque que generó su inmediata expulsión. En medio de los reclamos de sus compañeros hacia el árbitro, los silbidos de la tribuna en señal de protesta y la incertidumbre del hincha aliancista por lo que podía venir, Ángel de la Cruz hacía su ingreso al campo de juego. Con un semblante seguro y arropado por la confianza de Alejandro Restrepo, el arquero nacido en las canteras del club se colocó bajos lo tres palos decidido a poner el pecho y las manos en la adversidad.