Tras haber entrenado en cuatro continentes, el portugués Carlos Queiroz, que ahora dirige al la selección de Irán, se enfrentará este lunes a la selección de su país de origen, que dejó por la puerta de atrás después de enfrentarse a la estrella Cristiano Ronaldo.
El técnico de 65 años es también una persona de 'sangre caliente', lo que le llevó incluso a enfrentarse a Ronaldo tras el pobre papel de Portugal en el Mundial 2010. Un episodio que afectó a su imagen en un país donde, 10 años antes, se le consideraba el padre de una gran generación de entrenadores del fútbol portugués.
La ruptura definitiva entre ambos llegó tras el encuentro de octavos de final en la Copa del Mundo en Sudáfrica, cuando Portugal cayó frente a España, posterior vencedora del torneo, por 1-0. ¿Las causas de la eliminación? "Pregunten a Carlos Queiroz", dijo despectivamente el cinco veces Balón de Oro a los periodistas.
El técnico trató de aguantar el pulso a su estrella, pero fue cesado poco después, coincidiendo también con una sanción de seis meses por haber insultado gravemente a un equipo de técnicos antidopaje durante un control a los jugadores portugueses.
En 2014, Queiroz mantenía que cuatro años atrás Cristiano Ronaldo no había tenido "un comportamiento adecuado" y reveló que no se habían vuelto a hablar después de lo de Sudáfrica.
En un país convertido por completo a la 'Ronaldomanía', los elogios de Queiroz a 'CR7' saben a poco: "En los dos o tres últimos años, se ha convertido en el mejor jugador de la historia... de nuestro país", declaró el técnico hace una semana en una entrevista a la prensa lusa.
Mientras su reencuentro con la selección de su país podría acabar con sabor amargo por la eliminación de Irán, Queiroz asegura que el partido será "muy especial". "Es difícil imaginar esos minutos justo antes del partido, pero viviré ese momento con orgullo, entusiasmo y respeto". AFP