Juan Jayo fue campeón cuatro veces con Alianza Lima. (Foto: El Comercio)
Juan Jayo fue campeón cuatro veces con Alianza Lima. (Foto: El Comercio)

Con el dorsal número ocho jugó por dos décadas en . En la cancha; cuidaba espaldas, multiplicaba esfuerzos y mordía canillas, aunque en sus inicios, según revela, lo ubicaron de delantero. Inimaginable, pero cierto. Es más, compartía roles en ofensiva con Waldir Sáenz, el goleador histórico del ‘equipo del pueblo’. Así, inició su romance con los blanquiazules, , el exjugador que marcó a los 13 años en una ‘pichanga’ al ídolo que veía por televisión: Teófilo Cubillas.

Su amor por Alianza Lima nació en la tribuna, cuando veía jugar a los ‘Potrillos’. Su espejo en la medular fue José Velásquez, el ‘Patrón’, y cuando no había fútbol, tocaba trabajar. Apoyaba en casa con los centavos que conseguía cuidando carros. Tuvo una infancia humilde, pero honrada, que le sirvió de ejemplo para formar su carácter, sumar valores y sobreponerse ante la adversidad.

El ‘Pulpo’, quien se divorció del equipo de sus amores por un cortocircuito con el técnico venezolano Richard Páez, en el 2008, compartió con Depor las celebraciones por los 121 años de vida institucional de Alianza Lima a través de sus recuerdos, anécdotas y expectativas que tiene con el equipo de su corazón.

¿Qué genera el cumpleaños número 121 de Alianza Lima?

Es una fiesta de todos los que somos hinchas de Alianza Lima. Me siento feliz de ser parte de la historia. He tenido la suerte y el honor de haber vestido la camiseta por muchos años. Este cariño y devoción por la institución es de siempre. Desde muy chico que me tocaba ir a la tribuna sur, entendí sobre el fervor que brinda la hinchada, Comando Sur. Así que siempre le desearé lo mejor a Alianza, que sigan creciendo como institución, que continúen sumando más objetivos deportivos y sean más grandes de lo que son.

¿Cuándo ibas a tribuna sur a qué jugador alentabas dentro del campo?

Mi padre me llevaba y los potrillos empezaban a salir, también estaban César Cueto, José Velásquez, ‘Mango’ Olaechea, a Teófilo Cubillas lo vi poco, ya que era mayor.

¿Cuántos buses tomabas para ir a entrenar?

Los traslados eran incómodos. Yo subía al bus desde Barranco, dos a tres, y luego tenía que caminar algunas cuadras. Tuve la suerte de jugar un amistoso donde me ve el ‘Cholo’ Castillo. La anécdota fue que íbamos a jugar contra los juveniles de Alianza, pero terminamos jugando contra el máster, donde estaban Teófilo Cubillas, Andrés Zegarra, Félix Suárez, y nos sorprendimos. Nos sorprendimos, pues nos enfrentábamos a gente que habíamos visto por televisión. Había emoción, sorpresa, y en ese partido tuve la oportunidad que el ‘Cholo’ Castillo me vio a los trece a catorce años, pude estar en el club que era hincha y con eso me sentía emocionado.

A los trece años marcaste a Teófilo Cubillas, ¿una experiencia inolvidable seguramente?

Uff, lo único que hacía en el partido era mirarlo. Sus movimientos, lo que hacía, cómo se paraba en el campo. Era un sueño cumplido. Enfrentar a una estrella. Fue una alegría y experiencia inolvidable. Hasta ahora hay una comunicación muy fluida con Teófilo, igual que con Cueto.

¿Qué jugador te aconsejaba?

César Cueto. Un gran amigo. Crecí viéndolo a él, a Teófilo. César siempre me aconsejaba a seguir mejorando. Hay que ser agradecido y bendecido de haber tenido a esos ídolos de cerca. Por eso es importante transmitir experiencias, el aliancismo que se va perdiendo, el cariño a la camiseta, a los más chicos. Eso nunca debería desaparecer, pues es la esencia de Alianza Lima.

¿Siempre jugaste como volante tapón?

No te imaginas. El ‘Cholo’ Castillo me puso de delantero, Waldir Sáenz era el “10″, pero se movía por todo el centro de ataque. Imagínate, era centrodelantero. Bueno, también jugué de central y marcador derecho. Recuerdo que José Carlos Amaral me ubicó de ‘8′, pero con Javier Castillo, quien me hizo debutar, ya me había puesto también de delantero por derecha. Ya después poco a poco me acomodé donde mejor me sentía.

¿Cómo cultivaste tu carácter en el fútbol?

Siempre fui un hombre que luchó por sus cosas. Me tocó trabajar desde muy niño, cuidaba carros para apoyar en casa. Son situaciones que formaron mi carácter. Las cosas no fueron fáciles, pero nunca me rendí ante la adversidad. Alianza siempre se caracterizó por ser un equipo que juega bien, pero también había que sumar carácter para conseguir objetivos.

¿Quién fue tu espejo a seguir?

José Velásquez. Me sorprendía la capacidad que tenía de jugar como volante y acercarse al área, meter goles. Con Teófilo y Cueto, era un equipo ordenado. Después veía a Juan Reynoso, Wilmar Valencia, ‘Vitito’ Reyes, asimilaba de cada uno aspectos que me ayudaron a madurar.

¿Cuál fue el momento más doloroso que viviste en Alianza Lima?

Cuando tomé la decisión de irme de Alianza, en 2008. Me dolió y afectó mucho. Fue por problema con el técnico (Richard Páez). A nosotros, los jugadores, nos dijo una cosa, y a la directiva, otra. Entonces, decidí dejar la institución con mucha pena. Lo hice pensando en la tranquilidad de Alianza, de uno mismo. ‘Rafo’ Castillo, quien me conocía de juvenil, me llevó a José Gálvez. Después me llamó la directiva de Alianza, el mismo Páez, que necesita mi experiencia en el equipo, pero ya no estaba. Al final volví al año siguiente, jugué una final y disputé torneos.

¿Qué técnico marcó tu carrera futbolística?

Javier Castillo, quien me hizo debutar. Después José Carlos Amaral, pues me dio la oportunidad de ser parte del primer equipo. Con Julio César Uribe empecé a jugar como volante de contención. En la selección, Juan Carlos Oblitas creyó mucho en mí y en lo que podía dar. Con Jorge Luis Pinto, también fue especial, abría la mente al futbolista, conseguía todo tipo de información en los años 90.

¿Alguna anécdota con Jorge Luis Pinto?

En Tarma, concentración. Siempre vigilaba en las concentraciones para saber si dormíamos temprano. Recuerdo, plan de diez de la noche, y Marco Valencia, siempre palomilla, nos dijo: ‘Muchachos, hay que poner maletas en el pasillo, cosa que apenas venga Jorge Luis Pinto, se cae’. Así que apagamos las luces, nos fuimos a dormir y escuchamos su tropezón, nos reíamos sin hacer mucho ruido. Vimos, a lo lejos, que se paró en silencio y se fue calladito. Al día siguiente, el profesor no dijo nada, se hizo el desentendido.

¿Cuál fue tu mejor gol con Alianza Lima?

El ‘sombrerito’ en el clásico del 6 a 3 en Matute. No habían goleadas así. Quedamos bien marcados. Después les convertí a la ‘U’ un par de goles más en la Liguilla que nos dio clasificación a una Copa Libertadores, pero siempre quedará en la retina el 6 a 3.

¿Qué expectativas tienes con el actual equipo?

Se vienen competencias duras para Alianza, la Copa Libertadores, una tarea pendiente. Si no estás bien preparado te puede traer secuelas para el torneo local. Hoy en día Alianza Lima tiene un plantel importante, de mitad de cancha hacia arriba, así que esperemos ver un equipo competitivo no solo en el torneo local, sino a nivel internacional.

¿Es momento que regrese Paolo Guerrero?

Ya lo había anunciado, incluso con Farfán. Para Paolo sería un sueño, pues nunca pudo debutar en Primera con Alianza. Además, le quedaría marcado para toda su vida. Esperemos que pueda llegar entero, igualmente será importante lo que pueda transmitir desde la experiencia para los que estén a su alrededor.

¿Cuánto puede aportar la incorporación del ‘Chaval’ Benavente?

Es un jugador con mucha experiencia., formado en Europa. Tiene todas las condiciones para triunfar en Perú. Hay que tenerle paciencia por la adaptación. El fútbol peruano no es fácil por nuestra geografía. Uno como hincha desea que le vaya muy bien y que poco a poco se vaya familiarizando de Alianza Lima.

¿Qué concepto tienes sobre los actuales volantes de contención?

Ballón tiene una experiencia ganada, con bastante recorrido; Valenzuela tiene condiciones, pero hay que seguir corrigiéndole cosas. Hay que irlo llevando.


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