“El silencio” se ha convertido en todo un éxito en Netflix. El thriller español cautivó a los sunoscriptores del servicio de streaming con tan solo 4 capítulos, gracias a su historia cargada de misterio, sus interesantes personajes y el talento de los actores del elenco.
Precisamente, una de las estrellas del reparto es Cristina Kovani, la artista que le da vida a Marta Ortega. En la ficción, ella se presenta como una joven que siente admiración por Sergio. Así, le envía cartas al muchacho durante su detención en el centro de menores.
Por otro lado, tenemos a Ana Dussuel. Como sabemos, el personajes que interpreta Almudena Amor busca determinar el potencial peligro para la sociedad del protagonista de la trama. Aunque, tras los sucesos que se desarrollaron en el final de la serie de Netflix, termina sintiéndose atraída por él.
De esta manera, podemos concluir que ambas chicas padecen de hibristofilia, un fenómeno muy común en diversos casos de la vida real y que es conocido popularmente como “síndrome de Bonnie y Clyde”.
De acuerdo con la revista Ciencia UANL, la hibristofilia es una parafilia (atracción o comportamiento sexual atípico) que se define como “la tendencia a sentir atracción por personas que han cometido un crimen, un delito o tienen propensión a cometerlo”.
El término fue acuñado en 1966 por el Dr. John Money y no es un trastorno mental. En realidad, se trata de una preferencia sexual no normativa que viene motivada por el atractivo que supone una persona agresiva, peligrosa y mediática.
No obstante, sí se considera un trastorno cuando quien la padece solamente puede lograr el placer sexual y el orgasmo en situaciones y con personas como estas.
Según el portal Psicólogos Córdoba, esta parafilia es mucho más común en mujeres y puede tener diversas causas. Por ejemplo, obedecería a la fantasía de poder y al convencimiento de “rescatar” al hombre del mal. Por otro lado, podría responder al deseo narcisista de salir del anonimato a través del nombre del criminal.
Desde la perspectiva biológica, los psicólogos Richard Wranghram y Dale Peterson proponen otra hipótesis. Respaldados por la investigación con primates, manifiestan que “las mujeres buscan de manera natural y se sienten atraídas por hombres dominantes y fuertes, capaces de protegerlas a ellas y a su familia, aunque para ello tengan que matar”.
En “El silencio”, Marta y Ana representan dos casos distintos de hibristofilia. Mientras la primera ve a Sergio Ciscar como “un chico malo” que es víctima de la sociedad, la psiquiatra se siente atraída por las cosas que tienen en común. Se identifica con alguien como él, sintiéndose diferente.
Más allá de la ficción, se conocen las historias de varios criminales que reciben correo por parte de sus admiradoras y hasta se casan con ellas. Ted Bundy, Charles Manson y Jeffrey Dahmer, son solo algunos de estos ejemplos.
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