“Pain Hustlers” (“El negocio del dolor”, en español) es el título de la película que narra el escándalo de una farmacéutica que fue declarada culpable por sobornar a médicos para que recetaran un medicamento altamente adictivo: Lonafen. Debido a que la historia tomó datos de un caso real, muchos se preguntan si existió dicho medicamento.
Cabe señalar que la cinta se basa en el artículo “The Pain Hustlers”, de Evan Hughes, publicado en New York Times de 2018, que a su vez se convirtió en el libro “The Hard Sell: Crime and Punishment at an Opioid Start-Up”.
LONAFEN, ¿REALMENTE EXISTE EN LA VIDA REAL?
“Pain Hustlers” sigue a Liza, una madre de familia cuya hija está enferma, por lo que debe buscar un trabajo para solventar sus gastos, es así como ingresa a una empresa farmacéutica, donde debe vender un medicamento específico, pero al poco tiempo se da cuenta de que es una droga. Se trata de Lonafen, un opioide de fentanilo destinado únicamente para pacientes con cáncer, pero que es recetado indiscriminadamente a cualquiera. Esta droga fue creada por la compañía Zanna.
Si tomamos en cuenta que el filme nos muestra, a su estilo, un caso que sí ocurrió hace unos años, debemos indicar que no todo lo que vemos es cierto; por tanto, Lonafel no es real.
Lo que sí debemos precisar es que sigue el modelo de Subsys, el medicamento real que fue lanzado en 2012 por la empresa Insys Therapeutics; es decir, el opioide que vemos en la película, al igual que el verdadero, es un aerosol oral de fentanilo que un inicio era de uso exclusivo para pacientes con cáncer, pero luego se recetó al público en general, situación que generó que muchas personas se vuelvan adictas.
Del mismo modo, así como se hizo el cambio de nombre del medicamento, debemos mencionar que para la ficción también se llamó de otra manera a la compañía. De Insys Therapeutics pasó a ser Zanna en la ficción, que representa todo lo que hizo la farmacéutica en la vida real.
Si prestamos atención a la pantalla, veremos cómo Lonafen aparece en varias ocasiones y en primeras tomas para ser comercializado, a pesar de lo peligroso que era.