Los usuarios de Internet ya deben estar enterados de cómo y por qué crear contraseñas seguras, así como nunca hay que usar la misma clave para diferentes cuentas. Sin embargo, hay situaciones en las que proteger tu contraseña resulta imposible, en cuyo caso es vital cambiarla lo antes posible para que tus cuentas e información privada no corran peligro.
Por el Día Mundial del Cambio de Contraseñas, Kaspersky hizo el siguiente cuestionario para determinar si es que debes hacer el cambio de contraseña de una vez por todas.
Alguno de tus servicios en línea ha sufrido una filtración de información
A veces, los desarrolladores pasan por alto ciertos aspectos de seguridad o cometen errores al configurar el sistema. Los atacantes, por su parte, nunca se dan por vencidos, pues saben que solo necesitan tener suerte una vez. Por desgracia, tales robos, también conocidos como fugas de datos, son comunes y, a menudo, bastante grandes. En lo que va del 2023, ya se han reportado fugas de datos a LastPass, T-Mobile, Twitter y PayPal. Dichos registros de bases de datos a menudo aparecen a la venta en el mercado clandestino donde se han encontrado datos confidenciales como registros médicos o identificaciones personales, a precios inclusive menores de lo que cuesta una taza de café.
Sospechas que has sido víctima de phishing
A los estafadores les gusta enviar correos electrónicos en nombre de sitios conocidos con solicitudes de cambio de contraseña falsas en un intento de averiguar su contraseña actual. También es frecuente que los cibercriminales creen sitios falsos usando nombres de empresas famosas, cambiando sutilmente la dirección de una página oficial. En ambos casos, lo que buscan es que un usuario descuidado caiga en la trampa. Si sospechas que has sido víctima de esta táctica de ingeniería social, cambia tu clave de inmediato.
Otra persona sabe tu clave
Así como la ropa interior, la contraseña no se comparte con nadie: muchos internautas consideran que compartir sus contraseñas representa un símbolo de confianza y no dudan en dar su contraseña a familiares o amigos. Caer en esta práctica es ceder a alguien más el control total de nuestra información, nuestra privacidad e inclusive, nuestras finanzas. El ejemplo es válido: trata a tus contraseñas con la misma delicadeza con la que tratas tu ropa interior.
Recibes una notificación oficial
Es importante leer los correos electrónicos cuidadosamente. Empresas, plataformas tecnológicas o sitios de renombre y de reputación intentan informar a los usuarios afectados sobre posibles incidentes o brechas de seguridad lo antes posible. Por ende, es importante no descartar las solicitudes para cambiar tu contraseña. No hagas clic en los enlaces de los correos electrónicos; mejor escribe la dirección del sitio web manualmente en la barra de navegación. De esa manera, estás protegiéndote de un posible intento de phishing.
Usas la misma contraseña para más de una cuenta
Esta práctica deja vulnerables todas las cuentas o plataformas en que utilices la misma clave, pues en caso de sufrir un hackeo en alguna de ellas, es más fácil que todas se vean comprometidas. Por ello, los expertos de Kaspersky recomiendan utilizar una contraseña única para cada plataforma; lo ideal es no “reciclarlas”, es decir, no emplear “paris1″, “paris2″, “paris3″ en tres sitios distintos.
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