¿La revolución de las máquinas? Los robots aún están lejos de causar el apocalípsis como Skynet, pero sí son capaces de doblar la ropa y, quién sabe, atender las necesidades del hogar. El multimillonario Elon Musk publicó un breve video en el que aparece el robot humanoide Optimus de Tesla doblando una camisa al mismo estilo que Robotina de Los Supersónicos. Quién diría que el futuro es hoy aunque no como imagináramos.
Las imágenes muestran al robot sacando la camisa negra de un cesto de ropa sucia, la extiende sobre la mesa que tiene delante y la dobla fácilmente. Todo apuntaría a que se trata de un avance sorprendente pero, de ser observador, notarás pequeños detalles que hacen dudar sobre el avance tecnológico de Optimus para los quehaceres del hogar.
Presta atención a la esquina inferior derecha del video. Aproximadamente dos o tres veces, podrás puede ver algo deslizándose como un guante mecánico de color negro. Parece que un ingeniero fuera de escena es quien controla los movimientos del robot para que doble la ropa sin problemas, no es que el robot por sí mismo fuera capaz de hacer la misma coordinación.
“Optimus todavía no puede hacer esto de forma autónoma, pero ciertamente podrá hacerlo de forma totalmente autónoma y en un entorno arbitrario (no requerirá una mesa fija con una caja que contenga solo una camiseta)”, aclaró Musk tras los comentarios de la comunidad de X.
Así las cosas, las actividades del robot de Tesla estuvieron planificadas y configuradas de antemano, como si se siguiera un guión. Lo que destacamos es el movimiento de las articulaciones y extremidades, los suficientemente finos para manipular una camiseta. Bien hecho por Optimus aunque tengamos mucho por hacer para que la autonomía de los robots sea plena.
¿Es necesario hacer un robot humanoide?
Hemos visto un montón de películas en las que los robots humanoides son el pináculo del avance tecnológico. Sin embargo, estos tipos de autómatas enfrentan limitaciones que cuestionan su utilidad en diversas aplicaciones. Tan solo imaginar la complejidad mecánica y la necesidad de replicar con precisión la anatomía humana hacen que el desarrollo de los robots sea costosos y difícil de desarrollar y mantener.
Además, los robots humanoides carecen de la destreza y agilidad necesarias para realizar tareas prácticas de manera eficiente. La interacción con el entorno es una de las barreras que la tecnología deberá resolver para que la máquina sea versátil como suponen las habilidades humanas.
Y volviendo a Optimus de Tesla, ¿es necesario un robot humanoide para doblar la ropa? Bien puedes desarrollar solo los brazos mecánicos con Inteligencia Artificial para que la labor de desarrollo sea más sencilla; la solución enfocada al objetivo siempre es clave. De igual modo, el ingenio humano no tiene límites y la meta será construir el primer robot humanoide que posea las mismas destrezas humanas. Eso será inevitable y solo nos queda esperar -quizá temer- cuál será el destino de la nueva creación. ¿Una robotina? Quizá así sea después de darse una vuelta por la milicia.