En el contexto económico actual, no es realista esperar que los teléfonos inteligentes se vendan al costo de producción, ya que tanto Samsung como Apple necesitan generar ganancias para ser sostenibles. Existe una discrepancia inherente entre el costo de fabricación y el precio de venta de los teléfonos, que se ajusta al sistema capitalista. Esta realidad persiste incluso en los modelos más recientes, como el Galaxy S23 y el iPhone 14, que son los principales dispositivos en el mercado.
Un reciente estudio de Counterpoint Research ha revelado cuál es el precio que cuesta fabricar un Samsung Galaxy S23 Ultra según sus componentes sin añadir a la fórmula la logística, almacenado o aranceles, entre otros costos que hace la compañía para que el teléfono llegue a tus manos.
De acuerdo con los analistas, fabricar un solo Samsung Galaxy S23 Ultra cuesta 469 dólares, siendo el chipset Snapdragon 8 Gen2 de Qualcomm el más caro de todos los componentes, cuyo valor es el 35% de la factura total, seguido por la pantalla con tecnología Dynamic AMOLED 2X, representando un 18% del monto. Cerrando el podio tenemos al sistema fotográfico con un 14%, algo que sorprende a muchos porque uno piensa que los sensores de la cámara suelen ser los más caros de un teléfono. De hecho, uno compra un teléfono pensando en esa fórmula: a mejor cámara, mayor precio.
Si hablamos del iPhone 14 Pro Max, el costo de fabricación varía según la versión del equipo. Los modelos con el modem compatible con redes mmWave en EEUU cuestan 474 dólares y los modelos internacionales, con conectividad 5G Sub-6G, el coste es de 454 dólares.
Notarás que el margen entre los mejores móviles de Samsung y Apple en la actualidad es muy corto: 469 dólares de la firma surcoreana frente a los 474 dólares de la competencia. Sin embargo, la diferencia sí que la notarás en el precio de salida de ambos equipos. En Estados Unidos, el Galaxy S23 Ultra cuesta 1199 dólares mientras el iPhone 14 Pro Max sale por unos 1599 dólares.
Lo más interesante de la comparativa es cómo ambas compañías con el mismo presupuesto para la fabricación de sus teléfonos pueden ofrecen experiencias distintas sin competir en el mismo precio. Además, un usuario de Apple siempre estará dispuesto a pagar un poco más de dinero por lo que la marca “Apple” significa en el mercado aún así los componentes de sus dispositivos cuesten casi lo mismo que los Samsung. Los números solo son números, mientras el valor es una variable sumamente personal.
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