Fue durante el Summer Game fest del año pasado cuando vimos el anuncio de Sand Land, una adaptación para consolas y PC basada en la novela gráfica del dos mil uno creada por el difunto maestro mangaka, Akira Toriyama.
Por el principio
La trama es la mezcla de dos ideas de Toriyama: PINK, la historia de un desierto sin lluvia, contenida en Taller de teatro de Akira Toriyama y una idea sobre un hombre en un tanque que empezó a hacer por pura diversión, aunque estuvo a punto de tirar la toalla con esta historia debido a lo complicado que resultaba dibujar el tanque, pese a esto Toriyama-Sama no se arredró y terminó la historia la cual fue publicada en el 2000 por la revista de manga Shonen Jump, posteriormente se recopilaron en un solo volumen que sería traducida y publicada en España; para el 2008 una agonizante Editorial Vid publicó el volumen en el 2008. Si bien hoy en día es posible conseguir la novela gráfica a través de otras editoriales así como el anime en plataformas de streaming.
Arena y calor
El desierto es implacable, la sobrevivencia es una pelea que se libra por todos aquellos que viven en el yermo. Beelzebub y su pandilla de demonios tienen que asaltar los cargamentos de agua del rey para saciar su sed y aliviarse del calor o pueden morir, como le pasó a uno de sus camaradas, Slime.
Un día el sheriff Rao llega al pueblo donde viven los demonios, solicita parlé con los demonios, le pide ayuda para encontrar una fuente de agua que descubrió debido a que atestigua el arribo de un ave que habita en lugares donde hay agua. Los demonios acceden a ayudarle, incentivados por el trueque de una consola de videojuegos y algunos títulos (en el manga se menciona una consola PlayStation 6 y la treceava entrega de Dragon Quest) encabezados por el mismo Beelzebub y Thief, un viejo demonio. Paralelamente Ann, una chica rubia que deambula por el desierto en su motocicleta pero que es apresada por el ejército real y quién será de ayuda cuando esté pequeño grupo se haga de su primer comando, un tanque del ejército real, la aventura apenas comienza en este punto.
Reglajes
Para términos prácticos Sand Land es un videojuego de acción, aventura y RPG que mezcla elementos de sigilo, saqueo, sobrevivencia y un poco de estrategia… de tanques de guerra en algo parecido a un sandbox aunque limitado puesto que conforme avanzamos es como se va desplegando este mundo abierto.
El título tiene diferentes modos de juego que cambia respecto a quien ocupemos ya sea Beelzebub–a quien controlamos la mayor parte del tiempo–Rao o a Thief. La recolección de materiales y minerales es constante, abrir cajas, golpear o disparar a las paredes con minerales de los cañones y acantilados; las secciones que requieren sigilo usualmente hay que moverse con el bumper izquierdo para hacer que nuestro personaje sea lo menos visible que se pueda y de la misma forma emplear el entorno en una suerte de parkour puesto que Beelzebub es capaz de hacer saltos dobles para alcanzar superficies más altas, su ataque de sigilo no es un golpe, como se creería, si no que consiste en espantar (con boton de triangulo) a nuestro contrincante a quien estamos tratando de subyugar.
El combate cuerpo a cuerpo no es por turno, afortunadamente, si no que es más simplificado con golpes y movimientos especiales que se activan con los botones del mando sin mayor dificultad. El combate en tanque es igualmente simplificado respecto a otros juegos con mecánicas similares, se dispara ojivas perforantes así como una ametralladora de apoyo, el vehículo se mueve en todas las direcciones de la misma forma en que la torreta tiene movimiento independiente, si uno quiere más precisión se puede apuntar con el periscopio aunque limita el campo de visión periférica, entonces se puede usar la vista desde el exterior.
El tanque tiene su propio menú de gestión donde podemos arreglarlo si tiene desperfectos o daño, instalar mejoras y administrarlo, en general. Ahora bien, no será el único tipo de vehículos, eventualmente podremos manejar un mecha, por ejemplo.
En pantalla
El título está desarrollado en Unreal Engine 5 lo que permite tener una estética similar al ánime el cual está hecho en CGI con una técnica similar al cell shading por lo que si alguien está siguiendo el anime la transición al videojuego será más amigable.
Lo que más resalta de la adaptación a videojuegos es que la historia está contada, siempre, desde la perspectiva de Beelzebub así como diversas licencias narrativas como agregar a Ann desde el primer nudo de la trama del videojuego, mientras que en el manga y anime ella aparece mucho después, en lo que podría ser la tercera parte de la historia, según la versión animada. Me van a disculpar la comparación pero a ratos se siente como estar en Biomutant, aunque con las primeras misiones, eso desaparece.
Respecto a la historia, sin profundizar o spoilear la trama, se puede decir que es como si Dr. Slump se fusiona con historias como Tank girl, Duna y/o Mad Max, si lo ponemos en términos occidentales y muy generales pero que sirve para contextualizar una trama que tiene muchos elementos especulativos que siempre han sido el trademark de Toriyama-Sama como son los demonios y los presencia de elementos sobrenaturales, protagonistas con una moral tan clara como benigna, las injusticias de los poderosos así como los personajes atribulados por la guerra y los conflictos humanos pero con un tono que si bien no es precisamente infantil tampoco se podría considerar un lenguaje adulto, es más bien, un punto medio el cual puede ser comprendido por todo el mundo y ese es quizá el gran aporte de Sand land.
Conclusión
No puedo evitar emocionarme cuando hablo de la obra de Toriyama-Sama sobre todo si se considera que este fue uno de sus trabajos con el que buscaba desmarcarse de la sombra de Cockún, quizá, o solo hacer algo que fuera diferente o bien, por el simple placer de hacer algo que le gustaba: dibujar y crear historias fantásticas y divertidas, que es lo que hace Sand Land como videojuego.
El análisis de Sand Land fue desarrollado gracias a una copia digital del título enviada por Bandai Namco para consola PlayStation. Agradecemos a Carlos Solís por la colaboración en esta reseña.