Hace algún tiempo atrás, movido por la curiosidad de saber quién era un personaje que aparece en Django sin cadenas (Tarantino, 2012), quien resultó ser Franco Nero, el primer Django. Sin embargo uno de los resultados alternos fue Terrence Hill, debido a que para el spaghetti western, o el cine de vaqueros italiano, Django es un personaje que se replicaron en más de treinta entregas, algo parecido a Wong Fei Hong para la cinematografía china.
Pero volvamos a Terrence Hill, cuyo nombre verdadero es Mario Girotti, quien junto con Bud Spencer, Carlo Pedersoli era su nombre real, hicieron varias películas juntos como el dúo dinámico que siempre reparte golpes contra los bandidos, ladrones o mafiosos en turno.
Hacía finales de los ochentas y principios de los noventa, los programadores de la televisión latinoamericana consideraron que sería buena idea transmitir las películas los fines de semana en horarios de matinée, después de las caricaturas o las repeticiones de series de los sesenta siendo muchas veces la primera película en transmitir un domingo por la mañana o mediodía.
De tal forma que las infancias y pubertades de este continente que crecieron en esas épocas, pudieron apreciar una versión más edulcorada de la filmografía italiana que satirizaba la violencia, aunque hubo algunas voces que afirmaban que la romantizaba.
En el 2015 se pudo descargar un demo para Windows y MacOs llamado Schiaffi e Fagioli, el resultado de un jam entre desarrolladores de videojuegos independientes italianos, que decidieron utilizar a los personajes en cuestión de manera no oficial.
Al parecer la idea fue lo suficientemente interesante puesto que se consiguieron los derechos de uso y se creó una campaña en Kickstarter en el último tercio del 2016 de la cual surgió Slaps and beans. El éxito del título fue considerable, lo suficiente como para dar pie a una secuela que llegó a todas las plataformas el pasado 22 de setiembre.
Desde su entrega original el juego es un scroller beat’em up con elementos de plataformas así como puzzles o rompecabezas de tipo cooperativo que además incluye algunos minijuegos entre etapas.
Hecho por completo en arte de píxeles hace de la experiencia todavía más caricaturesca respecto a las películas, el humor físico de las cintas se aprecia más de esta forma. La banda sonora posee la mayoría de las canciones que se utilizaron en las películas, compuestas por Guido y Maurizio de Angelis, más conocidos como Oliver Onions.
Con honestidad, no se puede decir que es un gran juego del género, es bueno, tiene un cierto grado de originalidad y dificultad; pero definitivamente su mayor gancho es la nostalgia que supera la calidad de la jugabilidad. Por otro lado tanto el arte como la jugabilidad se puede apreciar más en una consola portátil como una Switch, además que puede encontrarse a un precio más conveniente, aunque si no se posee una consola de Nintendo, en otras plataformas se puede apreciar de igual manera.
Originalmente nos llegó para PlayStation, pero al buscarlo en la Nintendo Store decidimos desembolsar los dieciséis dólares que costaba la copia y efectivamente, la experiencia se sintió más personal y entretenida, así que nos quedamos con esa versión, no por que las otras sean deficientes, simplemente se siente más gamificable, en nuestra percepción.
Actualmente no es tan sencillo ver o conseguir las películas del dúo italiano, pero si queremos conocer un poco más al respecto siempre podemos recurrir a los videojuegos que hacen la labor de rememorar esas matinés de fin de semana cuando nos reíamos de un rubio delgado y ágil que junto con un castaño bastante corpulento y fortachón en sus aventuras abriéndose paso entre bofetadas y alubias.
El análisis de Slaps and Beans 2 fue desarrollado gracias a una copia digital enviada por ININ Games para consola PlayStation.
FICHA TÉCNICA
• PLATAFORMA: PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox Series X|S, Xbox One, PC, Nintendo Switch
• DESARROLLADORA: Trinity Team
• GÉNERO: Acción, Arcade, Aventura
• DISTRIBUIDOR: ININ Games
• PUNTAJE: 7.5
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