La Xbox Series X ofrece más potencia que la Xbox Series S, pero eso no basta para entender las preferencias del público por una consola que cuesta 200 dólares más que su versión económica. ¿Qué es lo que sucede en la comunidad gamer?
Aunque el precio sea de la Xbox Series S (299 dólares en Estados Unidos) sea un buen argumento para preferirla por la Xbox Series X, esta última cuenta con un detalle técnico que -a la larga- significará un ahorro para los jugadores: el lector óptico.
Sucede que debemos analizar la situación de la Xbox Series X y Series S según el comportamiento del mercado a nivel de terceros.
Si eres de los que compraron una Xbox Series S (sin lector óptico), tendrás que recurrir a la tienda virtual de Microsoft para comprar tus juegos, y es en ese sistema donde la compañía tiene el monopolio en la comercialización de copias digitales. Con el tiempo, resulta probable que Microsoft haga descuentos, pero eso no se compara con la agilidad de las tiendas con títulos físicos, que lanzan promociones más atractivas con la intensión de competir con las demás tiendas.
A esto se suma otro detalle importante: la posibilidad de comprar juegos de segunda. En caso de tener la Xbox Series S, los gamers no podrán acceder a estos títulos que se venden a un precio considerablemente menor al original. Olvídate de buscar tus títulos favoritos en Facebook Store y demás páginas de segunda mano.
Por lo tanto, esos 200 dólares de ahorro no serán signficativos cuando quieras comprarte tus juegos favoritos de Xbox. Piénsalo bien, ya que la tendencia en Google en contundente a favor de la Xbox Series X.