Tyson Fury hizo historia hace dos años. Terminó el reinado de Wladimir Klitschko y se convirtió en el nuevo campeón mundial de boxeo. Sin embargo, tras dos años de la hazaña, su cuerpo ha sufrido varios cambios.
El Daily Mail lo sorprendió cuando salía de un restaurante en Alemania. A diferencia de sus años como profesional, había aumentado por lo menos 30 kilos.
Al parecer, tendría problemas para controlar su depresión. Solo meses después de anunciar su salida como profesional, admitió que sufría de dicha enfermedad y que se automedicaba con sustancias prohibidas.
Fue después de su retiro, en el 2015, que dejó de ser tan público. Se convirtió en miembro de la Asociación de Boxeo Inglesa. Incluso ha participado en varias peleas de dicho país.