El Royal Rumble (RR) es simple. Lo inician dos luchadores y, cada minuto y medio entra otro hasta llegar a 30. Un luchador es eliminado cuando es arrojado sobre la tercera cuerda y el último que quede en el ring ganará una oportunidad por el título de WWE en Wrestlemania (WM). Un número más alto de ingreso significa mayores chances de ganar. Casi siempre. En la edición de 2004, Chris Benoit rompió esa ‘regla’.
Para ese año, había excampeones Kurt Angle, Chris Jericho, Kane, Booker T, Big Show, también a figuras como RVD y Rikishi; y estrellas en ascenso, como John Cena y Randy Orton. Pero el gran favorito era Goldberg, quien, además, sería el #30.
Y estaba Chris Benoit, un hábil luchador canadiense con 19 años de carrera y reconocido como uno de los mejores del mundo, pero que cargaba una pesada cruz: nunca había ganado un título mundial absoluto.
WWE aprovechó para construir una historia sólida alrededor de ese tema. Se forjó meses antes una rivalidad con Paul Heyman, gerente de SmackDown (SD), en la que el directivo hacía de todo por frustrar las aspiraciones de Benoit, al no considerarlo digno de ser campeón.
La única chance de Benoit de luchar por el título era ganando RR. Heyman, entonces, decidió que ingresaría con el número 1, con lo que, obvio, le restaría opciones de salir ganador. Así, con todo contra, Benoit entró al RR.
El evento fue 25 de enero de 2004. Como estaba previsto, Chris Benoit ingresó como #1 y Randy Orton fue el segundo. Fueron desfilando estrellas de Raw y SD, y Benoit, lejos de dosificar fuerzas, tomó protagonismo y empezó a eliminar participantes.
Empezaron a entrar algunos ‘pesos pesados’, como Booker T y Kane. Pero tras más de media hora, Benoit y Orton eran ambos eran los únicos ‘sobrevivientes’.
Recién con el ingreso de Kurt Angle –otro ‘pesado’- el ring se empezó a poblar. El estadio estalló con el ingreso de Goldberg (#30), pero este fue rápidamente eliminado. Esto encendió más al público, pues significaba que habría un ganador inesperado.
Quedaban Angle, RVD, Jericho, Cena, Big Show y un incansable Benoit. Todos se unieron para intentar sacar al ‘Show’, en más grande. Sin embargo, el gigante se sobrepuso. Volaron por encima de las cuerdas el ‘Rapero’ y Van Dam. Y luego ‘Y2J’ y Angle.
Y así se llegó al final. Un Big Show vapuleado por las mejores técnicas de sus rivales vs. un exhausto Christ Benoit. En una emocionante secuencia final (ver capturas arriba) y con el apoyo de todo el estadio, que apenas podía creer que el canadiense siguiera luchando luego de una hora de máxima exigencia, Benoit logra sacar al Big Show fuera del ring para ganar uno de los Royal Rumble más emotivos de la historia.
Ese fue el inicio de un año lleno de éxitos para Benoit. Ante las irreconciliables disputas con Heyman se mudó a Raw y ganó el título mundial pesado en WM. Logró despojarse de esa injusta cruz que cargó por tanto tiempo y alcanzó la cima.
Lo que sucedió luego con Benoit (ver nota arriba) dejó un vació en el corazón de sus fanáticos. Y aunque estos condenan todas sus fatales decisiones, difícilmente olvidarán esa noche épica. Esa imagen triunfal y emotiva de Benoit es es la que prefieren recordar. Fue una noche memorable.
El 24 de junio de 2007, la vida de Chris Benoit tuvo un macabro desenlace. Tras investigarse su ausencia a un evento, se descubrió que se había suicidado, pero antes asesinó a su esposa y su pequeño hijo.
La WWE le dedicó un programa de Raw, pero al descubrirse los siniestros detalles, borró el homenaje y decidió por ‘eliminar’ a Benoit de su historia. Aunque existe en sus registros, no se le menciona.
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