No tendrá el tamaño de un luchador imponente (mide 1.68 metros), ni la musculatura de otros (pesa 79 kilos), incluso puede que no tenga una cara agraciada (usa una máscara). Sin embargo, a base de talento y carisma , Rey Mysterio ha tenido una larga y exitosa carrera en el ring de WWE.
Mantenerse activo a los 46 años en la empresa más importante del wrestling es prueba de ello, sobre todo siendo el principal rostro latino de la organización durante mucho tiempo. Y aunque nació en California, la sangre mexicana, y la lucha libre, corren por sus venas.
Su tío, Rey Misterio Sr., le enseñó los conceptos de la lucha libre mexicana y lo entrenó para que sea su sucesor. Solo fue cuestión de tiempo para que adopte su nombre (Rey Mysterio Jr.) y se ponga la máscara. Su debut fue en la AAA, empresa mexicana de wrestling. Pero en 1995 dio el gran salto a Estados Unidos, a la ECW.
Su estancia fue corta –solo estuvo un año–, ya que su estilo aéreo y gran rapidez llamaron la atención de la WCW. Mysterio llegó en el mejor momento a la compañía rival de la WWE. Fue en esta etapa (1996-2001) en la que se se hizo un nombre en la lucha y dejó en alto al talento latino.
La popularidad de Rey Mysterio creció de forma exponencial hasta que en 2002, y con 28 años, le llegó la oportunidad de estar en la WWE. Su debut no pudo ser mejor: frente a otro latino, Chavo Guerrero, en el ring más importante de todos.
El uso de la máscara junto a su acrobático estilo dejó a todos sorprendidos, pues no estaban acostumbrados a ver un espectáculo así. Si bien Mysterio no fue el único latino que pasó por la WWE (Carlito, Alberto del Río, Sin Cara, etc.), fue de los pocos que se mantuvo a lo largo del tiempo.
En 2015, se fue de la WWE, para ser un luchador independiente, pero en 2018 volvió a su ‘casa’, en el Royal Rumble. Y aunque la edad ya le juegue en contra –46 años pesan–, la calidad la mantiene intacta. Esa misma que ha sido ‘bandera’ para que otros puedan tenerlo de guía y seguir sus pasos.
Al igual que Rey Mysterio, Eddie Guerrero fue una de las figuras latinas más queridas en la historia de la WWE. Ambos marcaron el camino para muchos otros luchadores mexicanos.
El ‘Latino Heat’ gozaba del cariño de los fanáticos y de la aprobación de los directivos de la WWE. En 2004, derrotó a Brock Lesnar y se convirtió en el primer campeón mundial de la WWE de sangre azteca.
La empresa tenía grandes planes para él; sin embargo, falleció en 2005 tras un paro cardíaco. Su legado y memoria sirvieron para que otros luchadores lo tengan de referente. Entró al Salón de la Fama de forma póstuma al siguiente año.
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