Completar un Dakar no solo es sinónimo de un buen equipo detrás del auto, sino que también de la tenacidad del piloto. De esto sabe de sobra Philippe Croizon, quien se ha convertido en el primer hombre sin brazos ni piernas en correr el rally más difícil del mundo.
El francés de 48 años perdió sus extremidades hace más de dos décadas, pero esto solo hizo que sus ganas de vivir aumenten. Tanto que decidió cruzar el Canal de la Mancha en el 2008 y cuatro años después unió los cinco continentes a nado en cien días. Sin duda, no le teme a ningún reto.
Esto se evidenció con su reciente decisión: participar en el Dakar 2017. Se inspiró en Albert Llovera, Isidre Esteve y Alberto Prieto, pilotos discapacitados que compitieron en dicho rally, para dedicarse enteramente a su entrenamiento por los últimos diez meses.
El problema fue la financiación para adaptar un auto a sus condiciones. Fue gracias al príncipe Nasser Al-Attiyah y a sus más de 100 mil dólares que pudo participar en la competencia. La donación lo convirtió en el primer piloto sin brazos ni piernas en competir en el Dakar.
Y no le va nada mal. Actualmente está en el puesto 54 de la general junto a su copiloto Cédric Duplé con un buggy adaptado del equipo del francés Yves Tartarin, un experimentado corredor que ha participado en 18 ocasiones en el Dakar desde su primera carrera en 1988.
"Llegamos a este desafío y espero poder saludar a todos desde la rampa de Buenos Aires. Detrás de esta sana locura hay doce personas de asistencia y muchas horas de preparación. Es una nueva posibilidad para sentirme vivo", aseguró el francés a la BBC. Sin duda, no hay reto suficientemente duro para él.