Quizá no lo sepa, pero Fernanda Kanno va camino a convertirse en una figura de la lucha contra el machismo. Para eso no ha necesitado protestar en las calles o las redes, sino atreverse a correr el Dakar 2018. Incursionar en lugares considerados ‘para hombres’ es también contribuir con la causa. Y ella será la ¡primera peruana en entrar a la competencia!
Fue su ‘viejo’ quien le inculcó el amor por los autos y la adrenalina: verla llegar a la meta será su mejor recompensa. Para eso Fernanda ya entrena, y también baila. ¿En El Gran Show? No, en el Huaralino, en donde hace poquito festejó su ‘cumple’. Esta chica sí que rompe estereotipos.
¿Cómo nació tu pasión por los autos?
A mi papá siempre le gustaron los carros y amaba las 4x4. Incluso, le gustaba hacer motocross. Fue él quien me inculcó ese amor por los fierros.
Pero de manejar en las calles a querer correr el Dakar, hay bastante diferencia.
(Risas) Bueno, sí. Es que cuando me compré este carro (un Toyota Land Cruiser) llevé un curso de 4x4 y me encantó. Terminé y me dije: “Mi**da, esto es lo que quiero”.
¿Cuál fue tu primera experiencia como piloto?
En Duna Grande, en Ica. Beto (Alberto Silva), mi profesor de este curso, me animó a subir. Es la duna más alta del Perú y la segunda del mundo. Era la única mujer que manejaba. Las otras eran las novias o esposas que les gusta el maltrato y aguantan estar cochinas (risas).
¿No te desanimó ser la única chica al volante?
Para nada. Es más, fue allí que decidí dedicarme más a esto y me propusieron correr el Dakar. ¿Por qué no pensar en grande?
¿Cuál es tu expectativa en la competencia?
Yo no estoy yendo a ganar. Sería irrespetuoso para los otros pilotos decir que voy a hacerlo. Pero sí quiero llegar a la meta, y lo que es un hecho es que voy a ser la primera peruana en correr el Dakar.
¿A quién te gustaría ver en la línea meta?
A mi papá. Por él estoy haciendo esto. Le tiene miedo a los aviones, pero ya le he dicho que tiene que ir mentalizándose. Tiene que estar en Córdoba (Argentina) para verme llegar.
¿Qué opina él de todo esto?
Al principio no me creía. Pensó que solo era una idea, pero vio que compré el uniforme y se dio cuenta de que era en serio. Siempre me pide que tenga cuidado, pero confía en mí.
¿La gente se sorprende cuando le cuentas esto?
Mis amigas dicen que estoy loca, pero saben que siempre ha sido mi sueño. Aquel que me conoce de verdad sabe que me encantan estas cosas. Se sorprenden, pero me apoyan al 100%. Igual, a ellas ya les dije que me esperen con mucho alcohol en la meta (risas).
¿Cómo reaccionan los pilotos hombres al verte?
Están a la expectativa, en especial porque hace menos de un año yo no sabía manejar una 4x4. Quieren verme conduciendo para ver qué tal lo hago. Hay bastante presión por ser la primera mujer, por ser la nueva, pero hay que asumir nomás.
Así como manejas tu ‘caña’, manejas bien las críticas, ¿no?
Tengo más de diez años en televisión y me han dicho de todo. En especial cuando me dieron mi primer programa: era la practicante, con menos de 20 años, y me pusieron de conductora.
¿Y cómo te fue?
Estuve nerviosa, pero creo que bien. Sabía manejar esas situaciones porque fui anfitriona, de ‘chibola’, para pagarme la universidad. Una agencia buscaba a una chica que se tire en paracaídas para una campaña. Salté seis veces y me encantó.
Se puede decir que disfrutas rompiendo el molde.
Sí, definitivamente. Siempre me gustó lanzarme a hacer de todo.
Por eso no le temes a los retos ni a los cambios, ¿no?
Para nada. Por ejemplo, cambio de casa cada dos años porque me aburro rápido. Ahora estoy en Punta Hermosa. Es riquísimo vivir en la playa. Mis amigos dicen que es muy lejos, pero a mí me encanta manejar.
¿Alguna vez la has pasado mal por hacer algo loco?
Cuando me invitaron a Ica. Era para ir a un viñedo y me dieron trago desde que llegué. En el tour probé de todo, hasta vino de misa. Luego me llevaron a las dunas e incluso allí siguió la cata. Ya había estado ‘chupando’ pisco puro, y con el aire y el movimiento, vomité. Borré ‘cassette’ (risas). Tengo flashbacks de estar vomitando en el desierto.
¿No estás acostumbrada a hacer deportes extremos?
La verdad es que no soy de hacer mucho deporte en general. Es más, me considero poco saludable. Me encanta comer de todo. Soy una tragona y no hago ejercicio. Todo se me va a las piernas (risas).
Pero, para el Dakar, vas a tener que ponerte en forma.
Definitivamente. Empezaré con el gimnasio dentro de poco, porque quiero estar en mi mejor nivel.
¿Serías capaz de renunciar al periodismo por ser piloto?
No, creo que no se sobreponen. El periodismo es mi carrera. Y creo que el periodismo te da otro tipo de satisfacciones. Ser piloto es más sobre superación personal.
¿Qué planeas después del Dakar?
Después de correr el próximo año, quiero participar también en la edición de 2019, pero en un camión. Desde ahora lo estoy planeando.
Le encanta ‘tonear’
Fernanda no se hace ‘paltas’ y se apunta para ir a conciertos populares. Asegura que la pasa ‘bomba’ con la gente. Festejó su cumpleaños número 34 en el Huaralino, a ritmo de Agua Marina, y le encanta la cumbia. La ‘china’ es recontra hincha del Grupo 5.
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