Los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa han evitado hablar de este tema con la justicia. De hecho, según medios argentinos, dos de ellos Máximo Thomsen y Ciro Pertossi señalaron que no confían en la fiscal Verónica Zamboni y que no saben de qué se les acusa. Sin embargo, nuevas pruebas, recién salidas a la luz, serían fundamentales para condenar a los acusados.
El medio TN difundió el chat de Blas Cinalli que tuvo con dos amigos media hora después del asesinato (5:15 am). “Nos cagamos a piñas en el boliche. Nos sacaron a todos. Esperamos a que se vaya la Policía y ahí los recagamos a piñas. Dos convulsionaron, a uno lo mandamos al hospital sin signos vitales. Ahora estamos yendo al Mc Donald’s a ver qué pasa. Amigo, flasheamos, matamos a uno", escribió Cinalli en el chat grupal.
El asesinato de Báez Sosa ocurrió a mediados de enero en las afueras de la discoteca Le Brique, ubicada en Villa Gesell, Argentina. De acuerdo a la información publicada por el diario de ese país La Nación, todo habría empezado dentro del local. Fernando trató de parar una disputa entre sus amigos con el grupo de rugbiers, lo que habría originado empujones. Por esta razón, él fue expulsado de la discoteca.
Con lo que ahora se sabe, el grupo de rugbiers habría esperado que se vaya la policía para salir a golpear a Fernando. La fiscal ha acusado a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Luciano Pertossi. También solicitó mantener la imputación de partícipes a Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, quienes han sido excarcelados.
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