A pesar de que en la última temporada de la NBA los Boston Celtics no pasaron de la primera ronda de los Play-Offs en la Conferencia Este –quedaron eliminados en manos de los Brooklyn Nets por 4-1–, por fin se pudo ver una versión más madura y determinante de quien está llamado a ser la máxima figura del equipo: Jayson Tatum. Con una media de 30.6 puntos por partido, el jugador de 23 años consiguió sus mejores números en duelos definitorios, superando así las 25.7 canastas por duelo que había conseguido en la campaña 2019-20 y las 26.4 de la etapa regular de la 2020-21.
Desde que fue drafteado en 2017 por los Celtics, el crecimiento de Tatum en las cuatro temporadas que lleva en la NBA ha sido espectacular –incluyendo una presencia en los All Star Games en 2020–, especialmente porque con su juventud ha sabido liderar al equipo ocupando el lugar de los más experimentados. Su madurez y solvencia son sus mayores virtudes, sin embargo, dadas las propias circunstancias del plantel –el cual no sumó una incorporación destacada para el curso 2020-21–, los de Massachusetts le exigirán un nivel más consistente y determinante en los próximos años para que las aspiraciones a sumar un nuevo anillo sean más sólidas, con mayor razón después de haber conseguido el oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con el ‘Dream Team’.
Su madre como espejo
Jayson Christopher Tatum (San Luis, Misuri, Estados Unidos, 3 de marzo de 1998) nació en un hogar donde se respiraba el baloncesto por todos lados. Su padre, Justin Tatum, fue un jugador profesional que hizo su carrera jugando alrededor de diez años en Europa. A la par, recayó sobre él la imagen de su padrino, Larry Hughes, quien disputó doce temporadas en la NBA jugando para diez equipos.
No obstante, pese a estar rodeado de mucha influencia masculina a su alrededor, Jayson Tatum siempre tuvo en su madre a un espejo donde mirarse por su tenacidad para sacarlo adelante cuando, aún con 19 años de edad y una carrera universitaria por cumplir, fue capaz de criarlo lejos de su padre para darle todas las comodidades.
Cuando el baloncesto llegó a su vida, la imagen de Kobe Bryant siempre estuvo en la pared de su cuarto como el tipo a quien tenía que seguirle el camino, pues para entonces el Filadelfia ya había conseguido los primeros tres anillos de los cinco que sumó con Los Angeles Lakers en toda su carrera. El destino, curioso como siempre, quiso que Tatum siguiera el camino opuesto al de su ídolo incorporándose en un futuro a los Boston Celtics, el clásico rival de los Lakers.
Antes de llegar a la NBA, Jayson Tatum fue uno de los jugadores más destacados de la Universidad de Duke, una de los mejores centros de formación de donde salieron jugadores como Kyre Irving, Jonathan Clay Redick y Zion Williamson. Tras no conseguir el boleto al Final Four a pesar de haber sido influyente para conseguir el Torneo de Conferencia de la NCAA con 22 puntos y 7.5 rebotes de media, Tatum decidió acelerar su salto a la división dorada y se unió a Harry Giles y Luke Kennard para declararse aptos para el Draft.
Un jugador de precoz madurez
Los antecedentes de la Universidad de Duke como uno de los centros educativos que mejores prospectos de jugadores saca, hizo que los Boston Celtics pusieran sus ojos sobre Jayson Tatum con la intención de rejuvenecer su plantilla y proyectar un plan a largo plazo para tentar por el anillo. El de Misuri fue seleccionado en el tercer pick de la primera ronda solo por detrás de Markelle Fultz y Lonzo Ball.
En su primera temporada en la NBA, Tatum dejó en claro que no iba ser un ave pasajera en los Celtics y destacó desde sus primeros partidos como titular. Tanta fue la llegada de su precoz explosión que quedó detrás de Donovan Mitchell y Ben Simmons en las votaciones para el ‘rookie’ del año. Asimismo, ante las ausencias de Kyrie Irving y Gordon Hayward como los más experimentados del equipo, Jayson no se escondió cuando tuvo que asumir un rol más protagónico en los Play-Offs frente a los Cleveland Cavaliers de LeBron James. Aunque los Celtics no pasaron de ronda, la mejoría respecto a las temporadas pasadas fue notoria.
En la campaña 2018-19 tuvo un bache que no le permitió consolidar su crecimiento, sin embargo, la partida de Kyrie Irving a los Brooklyn Nets para el siguiente año le dio el espacio que tanto necesitaba para hacer notar todo su talento. Tuvo ratos de cuarenta puntos, tiros claves y noches donde exhibió los mejores recursos de su técnica para escabullirse en las zonas más impensadas del campo, con un envidiable movimiento de piernas que le permitía zigzaguear como una serpiente con el balón en sus manos.
Luego de sus mejores noches con los Boston Celtics, Jayson Tatum alcanzó el status de llegar a ser comparado con Paul Pierce, un histórico del equipo que jugó en su posición de alero y que ganó un anillo en 2008. Toda esa ilusión de la hinchada tuvo el respaldo de ‘The Truth’ cuando este declaró que el juego del número cero se asemejaba mucho al suyo cuando aún estaba en la NBA.
“Se parece a una versión veterana de mi cuando era rookie, cuando empecé a hacer el ‘step-back’ y todo el arsenal en ataque. Como más maduro, un veterano de sexto o séptimo año. Ve la defensa y sabe qué hacer. Y tiene un juego de pies increíble. El cielo es el límite para Jayson”, declaró Pierce sobre Tatum.
A la espera de su consolidación
Si bien en los Play-Offs de la temporada 2020-21 los Celtics no consiguieron pasar más allá de la primera ronda de la Conferencia Este, Jayson Tatum tuvo dos momentos inolvidables que seguramente le permitieron darse cuenta que ya estaba listo para dar un salto cualitativo en la NBA.
En abril, en un duelo ante los Minnesota Timberwolves, el alero sumó 53 puntos a su cuenta y superó al legendario Larry Bird al convertirse en el jugador más joven en anotar más de 50 puntos en un partido. Mientras él lo logró con 23 años, el exbasquetbolista lo había conseguido con 26. Finalmente los Celtics salieron vencedores en la prórroga por 145 sobre 136.
No contento con eso, un mes después tuvo una espectacular actuación en el triunfo de los suyos por 143-140 sobre los San Antonio Spurs donde anotó 60 puntos, quedando solo por detrás de Devin Booker como le segundo jugador más joven en conseguir dicha cantidad de canastas en la historia de la NBA.
No cabe duda de que solo el tiempo dirá si las expectativas sobre la carrera de Jayson Tatum fueron desmesuradas o no. Ahora, con el oro olímpico colgando de su pecho y el liderado de los Boston Celtics sobre sus hombros, tendrá que asumir dicha responsabilidad con mucha solvencia en las temporadas venideras. Tiene el talento para conseguirlo.
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