Los sellos característicos del fútbol americano son, sin duda, los fuertes impactos y duras entradas que realizan sus jugadores. Sin embargo, estas prácticas vuelven a estar en discusión luego del golpe que recibiera el quarterback Joe Flacco en el inicio de la semana ocho de la NFL.
Durante el partido entre los Baltimore Ravens y los Miami Dolphins, el mariscal de campo sufrió una conmoción cerebral tras un choque con Kiko Alonso. La potencia del impacto hizo que el casco del jugador local saliera volando, dejando su cabeza sin ninguna protección.
Inmediatamente, el resto del equipo salió al frente y encaró a Alonso por la dura entrada cometida. Aunque se puso de pie, Flacco al final fue retirado del terreno de juego y no pudo ver la victoria de 40-0 sobre los Dolphins de Miami.
Aunque Alonso fue penalizado por una rudeza innecesaria, no fue expulsado del campo. El entrenador de los Ravens, John Harbaugh, reaccionó furioso ante la polémica acción. "No voy a comentar sobre eso", dijo Harbaugh.