Es un lunes a las 4.30 a.m. en California. Kawhi Leonard, en ese entonces un chico de la secundaria de Riverside King, se levanta de su cama en una fría noche de invierno para dirigirse al gimnasio de la escuela. Hace frío, una sensación térmica de cinco grados y el viento sopla fuerte por esa época en el estado de Estados Unidos. El sol aún no sale, el intendente no prende las luces de la cancha principal, pero eso no detiene a la ahora superestrella de la NBA. Kawhi lleva un par de lámparas, las ubica sobre el aro de la vieja canasta y lanza tiros a distancia. ¿Cómo ejecutó el tiro perfecto el pasado domingo en la noche frente a los Philadelphia Sixers?
A oscuras y casi sin luz alguna, el escolta de los Raptors preparaba ese lanzamiento como si estuviese predestinado a marcar un hito en Toronto. La historia de su llegada es esta. El gerente general Bobby Webster pierde por tercera vez consecutiva contra los Cleveland Cavaliers de LeBron James y decide traer a toda costa a la última superestrella que derrotó al ‘Rey’ fuera de los Golden State Warriors de Steve Kerr: Kawhi Leonard. ¿El riesgo? Los Raptors cedían a DeMar DeRozan a los Spurs y el escolta traído desde San Antonio – si no congeniaba con la franquicia - podía decidir su futuro a partir del 1 de julio del presente año. Han pasado diez meses después de ese fichaje y en Canadá no pueden estar más agradecidos con ese intercambio, que ha puesto a los Raptors en su segunda final de su historia en el mejor básquet del mundo.
Quedan cuatro segundos para que culmine el séptimo partido de las semifinales entre Sixers y Raptors, Toronto está fuera y Kawhi Leonard el balón. Lo conduce al mediocampo, lo lleva a la esquina derecha y ¡lanza! Aro, Kawhi se sienta desconsolado, aro de nuevo y sus ojos comienzan abrirse, aro otra vez y su impaciencia comienza abordarlo. ¡Canasta! Kawhi salta de velocidad, abraza a sus compañeros y llega a la final de la Conferencia Oeste para enfrentar a los Milwaukee Bucks de Giannis. ¿Acierto de la dirigencia en traerlo? Decida lo que decida, en Toronto viven un sueño y todo gracias a Kawhi. Para eso se lo trajo y cumplió con las expectativas.
Después de Michael Jordan en 1989 en un partido contra los Cleveland Cavaliers, Kawhi Leonard es el segundo jugador que marca una clasificación en el último segundo del partido. No solo eso, Kawhi también ha firmado 243 puntos en la serie ante los Sixers y ha conseguido la tercera mejor eliminatoria en la historia de los playoffs desde hace 42 años después de Kareem Abdul-Jabbar (260 puntos en 1977) y Michael Jordan (246 en 1993). Ahora Toronto regresa a las Finales del Este, su tope como franquicia. Lo habían logrado hace tres años, pero esta vez cuentan con un campeón en el mejor básquet del mundo, el destinado para darles un título.
Kawhi es el jugador de franquicia que necesitaba Toronto y la ciudad es lo que precisamente necesitaba el propio basquetbolista para volver a su básquet a la cúspide.
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