El Open de Australia se celebró con normalidad este año. El nuevo coronavirus aún no se había expandido por todo el planeta, ni había provocado que casi todos los países entren en cuarentena. Hoy la situación es diferente y no se sabe qué pasará en unos meses. Por eso, el director del Grand Slam australiano, Craig Tiley, ya maneja diferentes escenarios para la siguiente edición del primer ‘major’ del año.
El pasado 24 de abril Tiley anunció que la organización estaba considerando tres opciones para el 2021: jugar sin público, reprogramar el torneo o finalmente cancelarlo y disputarlo en 2022. Y ahora, en una entrevista con Australian Associated Press, ha señalado la posibilidad de que "los tenistas que participen se vean obligados a realizar una cuarentena cuando lleguen al país y que en las gradas sólo se acepte la presencia de locales”.
Es decir, los fanáticos extranjeros del tenis no podrán estar presentes en el Melbourne Park. donde se disputar el certamen. Solo podrán acudir aquellas personas que vivan en Australia (país que hasta el momento ha registrado 6.875 casos de SARV-CoV-2 y 97 personas fallecidas a causa de la COVID-19).
Por el momento, lo seguro es que las giras de arcilla y de hierba han sido suspendidas, ya que los circuitos ATP y WTA han sido postergados hasta el 13 de julio. No se sabe si en esa fecha se reanudarán los torneos, todo depende de cuán controlada esté la pandemia del coronavirus.
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